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por Recaredo Dom Jul 21, 2013 12:35 pmFragmento XXV del Profeta que vino del polvo.
XXV
Por eso, también en el futuro
deberéis eliminar de vuestro
lenguaje todo concepto ambiguo, que
se preste a dobles interpretaciones.
Procurad que el verbo salga de vuestros
labios natural y sencillo; sin las
florituras ni los retruécanos con
que los sofistas suelen adornarlo,
para descomponer la verdadera
esencia de la idea.
También y en todos los aspectos de la
vida prescindid de todas las formas
superfluas; pues es tras ellas que suele
agazaparse la maldad.
No emitiréis juicio de valor sobre
aquello que no tengáis suficiente
conocimiento; antes preparaos bien
para tal cometido.
No deberéis inmiscuiros si alguno
de vosotros, por voluntad propia, opta
por suicidarse; esto forma parte de
su libertad.
Tampoco en las vidas de aquellos cuyas
acciones les han llevado a labrar su
propio infortunio; pues ellos deben ser
responsables de su actos.
En cambio, sed solidarios con quienes
sufren enfermedad, catástrofe,
u otras calamidades naturales;
pensad que mañana, quizá pudierais
ser vosotros.
Sobre estos consejos que os hemos dado
encontraréis muchos ejemplos a
seguir en la madre naturaleza;
observarla pues, detenidamente.
¡Oh hermanos míos!
Despertad y lanzaros a la lucha
de transformar el mundo. Nunca, antes
de ahora estuvo esto tan al alcance de
vuestras manos.
Pues, incluso entre aquellos que hoy tenéis
por enemigos os surgirán nuevos
aliados, que se unirán a vuestras filas;
porque ellos saben que, no existe más
opción que la del cambio.
Continuará...
XXV
Por eso, también en el futuro
deberéis eliminar de vuestro
lenguaje todo concepto ambiguo, que
se preste a dobles interpretaciones.
Procurad que el verbo salga de vuestros
labios natural y sencillo; sin las
florituras ni los retruécanos con
que los sofistas suelen adornarlo,
para descomponer la verdadera
esencia de la idea.
También y en todos los aspectos de la
vida prescindid de todas las formas
superfluas; pues es tras ellas que suele
agazaparse la maldad.
No emitiréis juicio de valor sobre
aquello que no tengáis suficiente
conocimiento; antes preparaos bien
para tal cometido.
No deberéis inmiscuiros si alguno
de vosotros, por voluntad propia, opta
por suicidarse; esto forma parte de
su libertad.
Tampoco en las vidas de aquellos cuyas
acciones les han llevado a labrar su
propio infortunio; pues ellos deben ser
responsables de su actos.
En cambio, sed solidarios con quienes
sufren enfermedad, catástrofe,
u otras calamidades naturales;
pensad que mañana, quizá pudierais
ser vosotros.
Sobre estos consejos que os hemos dado
encontraréis muchos ejemplos a
seguir en la madre naturaleza;
observarla pues, detenidamente.
¡Oh hermanos míos!
Despertad y lanzaros a la lucha
de transformar el mundo. Nunca, antes
de ahora estuvo esto tan al alcance de
vuestras manos.
Pues, incluso entre aquellos que hoy tenéis
por enemigos os surgirán nuevos
aliados, que se unirán a vuestras filas;
porque ellos saben que, no existe más
opción que la del cambio.
Continuará...
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