[b]Fragmento XXI del Profeta que vino del polvo.
XXI
Mirad que, mientras vosotros seguid
dormidos, ellos os están robando
la parte de este paraíso terrenal,
que os pertenece.
¡Despertad!
Y luchad por lo que es vuestro; a no ser que
prefiráis seguir dormidos y así
morir, sin apenas haber vivido.
¡Renovarse o morir! No existen más
alternativas. Este asunto lo hemos
llevado demasiado lejos.
A aquellos que obsten por la lucha, en verdad
les digo, que no les resultará fácil
al principio, pero valdrá la pena
emprenderla; pues a ellos les está
reservada la victoria.
Ellos serán los viejos guerreros que,
como héroes, vivirán eternamente
en el recuerdo respetuoso de las
futuras generaciones.
¡Oh vosotros! Los que estáis llamados
a ser los primeros luchadores del
nuevo orden, oíd nuestro consejo:
A la hora de formar vuestras falanges
a los cobardes, los taimados y a los
embaucadores no dadles lugar en
vuestras filas. Pues, éstos pertenecen
a las hordas del mal.
“Por sus acciones; no por sus palabras
los conoceréis.”
Esto viene de antiguo.
En vuestra nueva sociedad todo ha de
ser compartido con vuestros hermanos;
incluso, aquello que hoy consideráis
más intimo. Los viejos dogmas deben
ser extirpados.
¡Oh hermanos míos!
Si, acaso mis palabras os sonaran
extremas; pensad que, el nuevo orden que
estamos construyendo, nada tiene
que ver con el viejo.
XXI
Mirad que, mientras vosotros seguid
dormidos, ellos os están robando
la parte de este paraíso terrenal,
que os pertenece.
¡Despertad!
Y luchad por lo que es vuestro; a no ser que
prefiráis seguir dormidos y así
morir, sin apenas haber vivido.
¡Renovarse o morir! No existen más
alternativas. Este asunto lo hemos
llevado demasiado lejos.
A aquellos que obsten por la lucha, en verdad
les digo, que no les resultará fácil
al principio, pero valdrá la pena
emprenderla; pues a ellos les está
reservada la victoria.
Ellos serán los viejos guerreros que,
como héroes, vivirán eternamente
en el recuerdo respetuoso de las
futuras generaciones.
¡Oh vosotros! Los que estáis llamados
a ser los primeros luchadores del
nuevo orden, oíd nuestro consejo:
A la hora de formar vuestras falanges
a los cobardes, los taimados y a los
embaucadores no dadles lugar en
vuestras filas. Pues, éstos pertenecen
a las hordas del mal.
“Por sus acciones; no por sus palabras
los conoceréis.”
Esto viene de antiguo.
En vuestra nueva sociedad todo ha de
ser compartido con vuestros hermanos;
incluso, aquello que hoy consideráis
más intimo. Los viejos dogmas deben
ser extirpados.
¡Oh hermanos míos!
Si, acaso mis palabras os sonaran
extremas; pensad que, el nuevo orden que
estamos construyendo, nada tiene
que ver con el viejo.
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