La huella del amor…
Mi camino al azar, por mi destino,
Voy siguiendo una estrella reluciente;
Y mi semblante busca por el suelo,
Esta huella dorada, mi resero…
Este bayo caballo, por el sueño,
Desata mi ansiedad por alcanzarte;
Y en mi huella plateada es donde espero
Afincar mis sentidos resonantes…
Busco por tu camino tu cabello;
Es imán de tu cuerpo el alma oscura
Que destella la sórdida bravura
De tus constelaciones de alba pura…
En este amanecer todo relumbra,
Por contraste del fuego de mis brasas…
Elogio de la sombra nacarada,
Con tus pies de sendero mi alma ocupas…
Resguardo del crepúsculo en tu fuego,
Y veo tu mudez, ojos brillantes,
Que al epílogo, náufrago más luego:
Torna tu ruiseñor un descollante!
Para verter la brisa de tus lágrimas
Como encendida súplica del verso,
Y en tu mirada yace desafiante
La Trova de tu Imán -de tu Universo-
Algo más rectilíneo que la curva,
De tu belleza amor, cae por sí sola:
En la distancia unánime desola,
Y en tu plegaria ebúrnea sólo cabe…
Son pasos que al unísono reclaman,
De la constante bruma duradera;
Y en mi prisión caricia lisonjera,
No vuelve sin soñar altivas eras…
De mi constante Sol por tu principio,
La Reina más brillante es pasajera
Cuál sonoro delirio de dorados
Topacios de rubíes prisioneros,
Que en sombra de tus ojos no ha brillado…
Cual bosque de esmeralda y cautiverio,
La pluma de mi amante no reclama:
Si en su búsqueda, el ojo te desama…
Sólo lloro por huella de mi amor,
Cuál las fresias, de su ávido licor…
Alejandro Rodrigo Flagel
Mi camino al azar, por mi destino,
Voy siguiendo una estrella reluciente;
Y mi semblante busca por el suelo,
Esta huella dorada, mi resero…
Este bayo caballo, por el sueño,
Desata mi ansiedad por alcanzarte;
Y en mi huella plateada es donde espero
Afincar mis sentidos resonantes…
Busco por tu camino tu cabello;
Es imán de tu cuerpo el alma oscura
Que destella la sórdida bravura
De tus constelaciones de alba pura…
En este amanecer todo relumbra,
Por contraste del fuego de mis brasas…
Elogio de la sombra nacarada,
Con tus pies de sendero mi alma ocupas…
Resguardo del crepúsculo en tu fuego,
Y veo tu mudez, ojos brillantes,
Que al epílogo, náufrago más luego:
Torna tu ruiseñor un descollante!
Para verter la brisa de tus lágrimas
Como encendida súplica del verso,
Y en tu mirada yace desafiante
La Trova de tu Imán -de tu Universo-
Algo más rectilíneo que la curva,
De tu belleza amor, cae por sí sola:
En la distancia unánime desola,
Y en tu plegaria ebúrnea sólo cabe…
Son pasos que al unísono reclaman,
De la constante bruma duradera;
Y en mi prisión caricia lisonjera,
No vuelve sin soñar altivas eras…
De mi constante Sol por tu principio,
La Reina más brillante es pasajera
Cuál sonoro delirio de dorados
Topacios de rubíes prisioneros,
Que en sombra de tus ojos no ha brillado…
Cual bosque de esmeralda y cautiverio,
La pluma de mi amante no reclama:
Si en su búsqueda, el ojo te desama…
Sólo lloro por huella de mi amor,
Cuál las fresias, de su ávido licor…
Alejandro Rodrigo Flagel
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