Desde tu risa
Desde tu risa, clara sombra inigualó de mi perfume, el roto acierto en lo nevado
sobre el treno, de mi estandarte a sola voz, en el veneno,
que tu prudencia sobreactuó, sobre tu seno…
Mi actor mordaz enlutó la parsimonia
de aquél tiempo veraz, sin la sonrisa,
desde la clámide al oeste de la brisa,
mi rota mella, vagó en el tiempo, a naufragar…
Así, incesante, mordió de aquélla bruma mi aliciente, su velo oscuro
en otra sombra diligente, y ardió en mi llama mi botella traslúcida
como aquél ocaso dividido entre los sueños…
De mi jinete fue la marea tempestuosa, sobre el arcángel de la voz ruinosa
en otro estrago sobre sïerpes, el veneno,
caduca el ángel tronador sobre el centeno…
Esgrima, un ala poderosa entre mi lira, desboca al viento, en mi martirio
y entre tu luz, acicala contra el beso, tu soberana, ruin panoja, mi deceso…
Invita el arte a zambullirte en la paloma
que luego el vüelo de los ángeles entrina,
sobre venablo de la sierra adamantina, que bate el seco del sudor, en boca leve…
Mi ardor, tramonta, si embotella mi llamado, caduca un cierre tan veloz sobre lo etéreo,
y arroba un vástago de flor, de sol cinéreo
sobre la sombra del sudor, del clima hesperio…
Ruge si ala, no la glosa, en el suspiro, bate si entona lo llamado a mi desmedro,
todo su eco sólo alista magisterio,
sobre el reparo de la Vid, del sueño etéreo…
Ya no mi glosa contrapone mi ala insigne, ó tan voraz, la misma ruina lo somete,
caduca un cïerre de virtud, pero es endeble
ya la mazmorra, a lo superfluo, mate ó cierre…
Mi voz es tiza, sobre el cardumen de tu río,
a la semántica mi voz y mi amorío
tan de la mella lo valuado contra el estro,
en juventud indicada a mi cabestro… Mi sol ya ríe, sobre lo plácido se junta
aquélla nueva voz del Cielo que tramonta
en oropeles de mi adiós, mi voz es pronta,
tan ribetëada de su flor, su sömbra Goza…
Mi Cielo entabla cual suspiro mi baluarte, sobre quimeras de efusión, todo mi arte,
y vocifera en mi latido, su estandarte
sobre quimeras de adiós, ó con soñarte…
Mi luz pajiza, sobre lo cläro se remonta,
así los düelos de mi sombra, se repara
ó sobre el vate de tu forma, risa cara
sobre el destello de mi risa, de mi vate…
Ya no consigue el beso de las sombras, entenebrecer el suspiro a mi guadaña,
cual solo beso de suspiro en otra hazaña,
sobre el suspiro de mi beso, y de mi caña…
Mi voz adhiere en el blasón todo mi verso,
cual dogma asido en su temática, latido
sobre la mella de efusión, sin un gemido
ó sólo el sello de traición, de mi arte lo embeleso… Mi boca engaña con la flor
desde tu mano, mi flor austera es cognoscible, en tu Verano…
Desde tu risa, clara sombra inigualó de mi perfume, el roto acierto en lo nevado
sobre el treno, de mi estandarte a sola voz, en el veneno,
que tu prudencia sobreactuó, sobre tu seno…
Mi actor mordaz enlutó la parsimonia
de aquél tiempo veraz, sin la sonrisa,
desde la clámide al oeste de la brisa,
mi rota mella, vagó en el tiempo, a naufragar…
Así, incesante, mordió de aquélla bruma mi aliciente, su velo oscuro
en otra sombra diligente, y ardió en mi llama mi botella traslúcida
como aquél ocaso dividido entre los sueños…
De mi jinete fue la marea tempestuosa, sobre el arcángel de la voz ruinosa
en otro estrago sobre sïerpes, el veneno,
caduca el ángel tronador sobre el centeno…
Esgrima, un ala poderosa entre mi lira, desboca al viento, en mi martirio
y entre tu luz, acicala contra el beso, tu soberana, ruin panoja, mi deceso…
Invita el arte a zambullirte en la paloma
que luego el vüelo de los ángeles entrina,
sobre venablo de la sierra adamantina, que bate el seco del sudor, en boca leve…
Mi ardor, tramonta, si embotella mi llamado, caduca un cierre tan veloz sobre lo etéreo,
y arroba un vástago de flor, de sol cinéreo
sobre la sombra del sudor, del clima hesperio…
Ruge si ala, no la glosa, en el suspiro, bate si entona lo llamado a mi desmedro,
todo su eco sólo alista magisterio,
sobre el reparo de la Vid, del sueño etéreo…
Ya no mi glosa contrapone mi ala insigne, ó tan voraz, la misma ruina lo somete,
caduca un cïerre de virtud, pero es endeble
ya la mazmorra, a lo superfluo, mate ó cierre…
Mi voz es tiza, sobre el cardumen de tu río,
a la semántica mi voz y mi amorío
tan de la mella lo valuado contra el estro,
en juventud indicada a mi cabestro… Mi sol ya ríe, sobre lo plácido se junta
aquélla nueva voz del Cielo que tramonta
en oropeles de mi adiós, mi voz es pronta,
tan ribetëada de su flor, su sömbra Goza…
Mi Cielo entabla cual suspiro mi baluarte, sobre quimeras de efusión, todo mi arte,
y vocifera en mi latido, su estandarte
sobre quimeras de adiós, ó con soñarte…
Mi luz pajiza, sobre lo cläro se remonta,
así los düelos de mi sombra, se repara
ó sobre el vate de tu forma, risa cara
sobre el destello de mi risa, de mi vate…
Ya no consigue el beso de las sombras, entenebrecer el suspiro a mi guadaña,
cual solo beso de suspiro en otra hazaña,
sobre el suspiro de mi beso, y de mi caña…
Mi voz adhiere en el blasón todo mi verso,
cual dogma asido en su temática, latido
sobre la mella de efusión, sin un gemido
ó sólo el sello de traición, de mi arte lo embeleso… Mi boca engaña con la flor
desde tu mano, mi flor austera es cognoscible, en tu Verano…
Jue Nov 14, 2024 4:55 am por caminandobajolalluvia
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