Sol, tu risa
Poesía para Edith Hearth Be-Art
Descubro en tu silencio bienamado,
el corazón que ocultas de tus labios…
Amor… si en mi destino hablan tus besos,
alegre, yo te busco enamorado…
Palabras te describen de mis rosas,
que no el amor enlabia, solitario
tus deseos, primor, has enmarcado,
soberano jazmín que el viento endulza…
Yo elevo las plegarias que sonrosas,
y cual madero, viertes por las aguas,
la esperanza, reír en tus dos manos…
Cual una estrella, cruzas ya mi alma,
depositas fulgor, brillante calma:
Y en sendero de amor, tomas la lluvia,
mojando el alma: sol, que se evapora…
Dos astros de tu cuerpo son luceros,
Que no la sombra abraza con tus labios:
el cielo se deslumbra en aguaceros
y no la tarde yace obnubilada…
Derriban tus silencios mi deseo,
de ser tras de tu alquimia, llamarada
es boca que recibe de su centro,
la tarde en mi laúd de camarada…
Sólo si de tu sombra nace el fuego…
Sólo si de tus rosas nace el habla,
que mi verso resero hace tu vino
sólo si tu sendero va a la luna,
y mi silencio trova algún destino…
Sólo si de tu piel hablan tus manos,
en otra rosa que demanda apremio,
sólo si tu cintura trae bohemio,
un estandarte, multitud en lira…
Besaran tus dos labios este verso,
que toda libertad vuelva su oro,
reluce de tu nieve algún invierno
cual dejas elocuencia a mi desvelo…
Besaran nuestros labios el deseo
de no latir tu boca sin almendro,
besaran tus silencios mi alma en vuelo,
buscaran tus dos pechos el anhelo…
Latidos en el alma, Sol de risa,
vuelcas en mi prudencia, tan de prisa…
Alejandro Rodrigo Flagel
Poesía para Edith Hearth Be-Art
Descubro en tu silencio bienamado,
el corazón que ocultas de tus labios…
Amor… si en mi destino hablan tus besos,
alegre, yo te busco enamorado…
Palabras te describen de mis rosas,
que no el amor enlabia, solitario
tus deseos, primor, has enmarcado,
soberano jazmín que el viento endulza…
Yo elevo las plegarias que sonrosas,
y cual madero, viertes por las aguas,
la esperanza, reír en tus dos manos…
Cual una estrella, cruzas ya mi alma,
depositas fulgor, brillante calma:
Y en sendero de amor, tomas la lluvia,
mojando el alma: sol, que se evapora…
Dos astros de tu cuerpo son luceros,
Que no la sombra abraza con tus labios:
el cielo se deslumbra en aguaceros
y no la tarde yace obnubilada…
Derriban tus silencios mi deseo,
de ser tras de tu alquimia, llamarada
es boca que recibe de su centro,
la tarde en mi laúd de camarada…
Sólo si de tu sombra nace el fuego…
Sólo si de tus rosas nace el habla,
que mi verso resero hace tu vino
sólo si tu sendero va a la luna,
y mi silencio trova algún destino…
Sólo si de tu piel hablan tus manos,
en otra rosa que demanda apremio,
sólo si tu cintura trae bohemio,
un estandarte, multitud en lira…
Besaran tus dos labios este verso,
que toda libertad vuelva su oro,
reluce de tu nieve algún invierno
cual dejas elocuencia a mi desvelo…
Besaran nuestros labios el deseo
de no latir tu boca sin almendro,
besaran tus silencios mi alma en vuelo,
buscaran tus dos pechos el anhelo…
Latidos en el alma, Sol de risa,
vuelcas en mi prudencia, tan de prisa…
Alejandro Rodrigo Flagel
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