[b]
La Musa se acerca al fantasma y lo mira de arriba abajo: Luego se acerca aún más y lo huele, hace un espaviento y dice:
Y... Si te huelo más de cerca...
Ya no hay duda que eres tú.
¡Sigues oliendo al “Garún”
que siempre oliste, Séneca!
Fantasma----------------- Tu nariz es infalible;
lo mismo que en tus hermanas.
Aunque, he hecho lo imposible
por ocultarme, ¡tú ganas!
Por algo eres tú la diosa,
y yo sólo fui un mortal
que hace ya veinte siglos
murió en la Roma imperial.
Allí enseñaba moral,
y fui preceptor del monstruo
que abofeteó en el rostro
a dioses y a humanidad.
Sí, cansado de predicar,
quizá no, con buen ejemplo,
me armé de valor un día,
y me alejé de aquel tiempo.
Musa........................... Pero, tú hablabas latín,
y presumías de patricio,
y, eras muy bueno; en tu oficio...
Yo recuerdo... Que a escribir;
cuando te daba la gana,
porque, entre orgía y orgía...
¡Mucho tiempo no tenías!
Que todo se ha de decir…
Fantasma------------------ No te censuro el reproche
¡Oh! Reina de la poesía.
Que viviendo a "troche y moche"
malgasté allí muchos días...
Musa---------------------- ¿Muchos días...? Que modoso.
¿Y dónde dejas las noches...?
Fantasma------------------ No te pases bella Erato.
Reconozco que hice mal.
Pero, es que estaba el ambiente...
¡Tú, te tienes que acordar...!
No obstante, no fui el peor;
eso, que quede patente.
Si de mí tienes "formá"
esa nefasta opinión;
yo, que a nadie causé oprobio.
¿Qué pensarás de Petronio...?
¡Y sobre "tó," de Nerón...!
Musa------------------------ De esos... ¡Mejor no hablar!
Pero, volviendo a lo tuyo
con sus noche y sus días...
Recuerdo; como decía,
que por tu amor competían
cuatro de mis ocho hermanas:
Melpómene, con Talía,
Y Calíope, con Urania.
Incluso, yo me apuntaba;
pero tú, de mí rehuías...
Fantasma-------------------- Lo siento Erato, divina;
no fue mi fuerte la rima,
ni mi pasión la poesía.
Musa------------------------- Lo sé. Porque insistí mucho...
Yo quería que tú fueras
el mejor de los romanos
¡de todos! Más grande incluso,
que Virgilio y que Lucano.
Pero, Zeus, no consintió,
y no pudo ser así.
Ahora dime, alma de Dios,
¿Cómo es que te encuentro aquí?
Fantasma--------------------- Es una historia muy larga
con un sentimiento “jhondo”
Por evitarme amargura
¿Te importa, si no respondo?
Musa-------------------------- Por mí, no hay inconveniente.
Pues, que tu penas supongo.
Te hacía convertido en polvo
bajo los suelos de Roma,
y tu alma en la redoma
de algún limbo transitorio;
en cambio, te encuentro aquí,
en la tierra del Tenorio,
lejos del Tiber sagrado
y del divino Capitolio.
Convertido en esperpento,
y transmutando tu latín
por un lenguaje; que en sí,
no es más que simple dialecto.
El fantasma vuelve a su marcado deje andaluz, y como dolido por las palabras de la Musa dice:
Fantasma--------------------" ¡Para er carro, páralo ahí!
Que por más Musa que seas...
Hurgar en mis entretelas
no te pienso consentí."
¿Ignoras, bella doncella,
que yo, en España nací?
¿Y, que a mil Tiber, que tuviera,
prefiero un Guadalquivir?
¿Qué, a la ilusión de mi ayer,
mi realidad de fantasma
hoy antepongo, como ves?
Pues, en esta tierra que habito,
con un cuerpo, ya no humano,
he aprendido yo más cosas
que en mi vida de romano.
La Bética, en que nací,
hoy llamada Andalucía,
al Lacio yo la prefiero,
la Emilia y la Lombardía.
A Roma, prefiero Córdoba,
a Italia, prefiero España.
Y, al latín, incluso al griego,
y, si lo hablara, al bantú
prefiero del castellano
este dialecto andaluz.
Musa------------------------- ¿No estás tú muy patriotero,
para ser un alma en pena...?
Fantasma-------------------- En esta tierra, la pena
está a la orden del día.
El andaluz, con su pena
se acuesta y se levanta.
Llora y ríe con su pena.
Y con su pena, el andaluz,
como el jilguero canta.
Ahora; si no te importa,
continuaré mi camino.
Iba, cuando hiciste impronta,
a visitar a un amigo.
Musa------------------------- A otra alma en pena; supongo...
Fantasma-------------------- ¡Por supuesto! Bien supones
en cuanto a alma; que no a pena.
Pues, la de Aberroes aguarda
igual que la de Avicena,
tranquilas, como la mía,
las juiciosas decisiones
que afrontarán en su día.
Adiós, mi graciosa Erato;
ha sido un placer el verte.
Sigue repartiendo versos
a toda la buena gente.
¡Y no te olvides del poeta
que te he recomendado...!
Musa------------------------- ¿Tardará mucho, Séneca...?
¡Yo tengo el tiempo contado!...
Fantasma-------------------- En cuanto me haya alejado,
lo tendrás en esa mesa.
Continuará...
Y... Si te huelo más de cerca...
Ya no hay duda que eres tú.
¡Sigues oliendo al “Garún”
que siempre oliste, Séneca!
Fantasma----------------- Tu nariz es infalible;
lo mismo que en tus hermanas.
Aunque, he hecho lo imposible
por ocultarme, ¡tú ganas!
Por algo eres tú la diosa,
y yo sólo fui un mortal
que hace ya veinte siglos
murió en la Roma imperial.
Allí enseñaba moral,
y fui preceptor del monstruo
que abofeteó en el rostro
a dioses y a humanidad.
Sí, cansado de predicar,
quizá no, con buen ejemplo,
me armé de valor un día,
y me alejé de aquel tiempo.
Musa........................... Pero, tú hablabas latín,
y presumías de patricio,
y, eras muy bueno; en tu oficio...
Yo recuerdo... Que a escribir;
cuando te daba la gana,
porque, entre orgía y orgía...
¡Mucho tiempo no tenías!
Que todo se ha de decir…
Fantasma------------------ No te censuro el reproche
¡Oh! Reina de la poesía.
Que viviendo a "troche y moche"
malgasté allí muchos días...
Musa---------------------- ¿Muchos días...? Que modoso.
¿Y dónde dejas las noches...?
Fantasma------------------ No te pases bella Erato.
Reconozco que hice mal.
Pero, es que estaba el ambiente...
¡Tú, te tienes que acordar...!
No obstante, no fui el peor;
eso, que quede patente.
Si de mí tienes "formá"
esa nefasta opinión;
yo, que a nadie causé oprobio.
¿Qué pensarás de Petronio...?
¡Y sobre "tó," de Nerón...!
Musa------------------------ De esos... ¡Mejor no hablar!
Pero, volviendo a lo tuyo
con sus noche y sus días...
Recuerdo; como decía,
que por tu amor competían
cuatro de mis ocho hermanas:
Melpómene, con Talía,
Y Calíope, con Urania.
Incluso, yo me apuntaba;
pero tú, de mí rehuías...
Fantasma-------------------- Lo siento Erato, divina;
no fue mi fuerte la rima,
ni mi pasión la poesía.
Musa------------------------- Lo sé. Porque insistí mucho...
Yo quería que tú fueras
el mejor de los romanos
¡de todos! Más grande incluso,
que Virgilio y que Lucano.
Pero, Zeus, no consintió,
y no pudo ser así.
Ahora dime, alma de Dios,
¿Cómo es que te encuentro aquí?
Fantasma--------------------- Es una historia muy larga
con un sentimiento “jhondo”
Por evitarme amargura
¿Te importa, si no respondo?
Musa-------------------------- Por mí, no hay inconveniente.
Pues, que tu penas supongo.
Te hacía convertido en polvo
bajo los suelos de Roma,
y tu alma en la redoma
de algún limbo transitorio;
en cambio, te encuentro aquí,
en la tierra del Tenorio,
lejos del Tiber sagrado
y del divino Capitolio.
Convertido en esperpento,
y transmutando tu latín
por un lenguaje; que en sí,
no es más que simple dialecto.
El fantasma vuelve a su marcado deje andaluz, y como dolido por las palabras de la Musa dice:
Fantasma--------------------" ¡Para er carro, páralo ahí!
Que por más Musa que seas...
Hurgar en mis entretelas
no te pienso consentí."
¿Ignoras, bella doncella,
que yo, en España nací?
¿Y, que a mil Tiber, que tuviera,
prefiero un Guadalquivir?
¿Qué, a la ilusión de mi ayer,
mi realidad de fantasma
hoy antepongo, como ves?
Pues, en esta tierra que habito,
con un cuerpo, ya no humano,
he aprendido yo más cosas
que en mi vida de romano.
La Bética, en que nací,
hoy llamada Andalucía,
al Lacio yo la prefiero,
la Emilia y la Lombardía.
A Roma, prefiero Córdoba,
a Italia, prefiero España.
Y, al latín, incluso al griego,
y, si lo hablara, al bantú
prefiero del castellano
este dialecto andaluz.
Musa------------------------- ¿No estás tú muy patriotero,
para ser un alma en pena...?
Fantasma-------------------- En esta tierra, la pena
está a la orden del día.
El andaluz, con su pena
se acuesta y se levanta.
Llora y ríe con su pena.
Y con su pena, el andaluz,
como el jilguero canta.
Ahora; si no te importa,
continuaré mi camino.
Iba, cuando hiciste impronta,
a visitar a un amigo.
Musa------------------------- A otra alma en pena; supongo...
Fantasma-------------------- ¡Por supuesto! Bien supones
en cuanto a alma; que no a pena.
Pues, la de Aberroes aguarda
igual que la de Avicena,
tranquilas, como la mía,
las juiciosas decisiones
que afrontarán en su día.
Adiós, mi graciosa Erato;
ha sido un placer el verte.
Sigue repartiendo versos
a toda la buena gente.
¡Y no te olvides del poeta
que te he recomendado...!
Musa------------------------- ¿Tardará mucho, Séneca...?
¡Yo tengo el tiempo contado!...
Fantasma-------------------- En cuanto me haya alejado,
lo tendrás en esa mesa.
Continuará...
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