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por Recaredo Lun Jun 28, 2010 4:09 pm[b][center]Por una puerta del lateral sale una figura fantasmal y pintoresca que se va acercando gradualmente a la Musa, mientras ella le mira estupefacta. Cuando está a su altura exclama:
Musa----------¡Por mi padre, Zeus Cronida!
¡Por mis ocho hermanas juntas!
¡Por las ánimas difuntas!
¿Dónde vas alma atrevida?
Fuera de lugar y tiempo,
sin duda, tú estás ahora;
pues, la gente que aquí mora
no suele usar ese atuendo
que, sin resultar horrendo,
muy pasado está de moda.
Vistes con delicadeza
la noble toga romana,
mas, ¿Qué especie de palangana
llevas puesta en la cabeza...?
El fantasma con marcado deje andaluz le responde diciendo:
Fantasma----------- ¡Qué palangana, “ni ná”!
¡Esto es un sombrero, niña!
Un sombrero de verdad.
La Musa se ríe, y como mofándose de él le responde:
Musa------------ Sombra, desde luego, da...
Por la anchura de sus alas…
Pero, estando, donde estás;
¿Tú crees que la necesitas?
¿Piensas salir a segar...?
Fantasma---------- “Mu grasiosa la musita...
¡Me va tú, a mí, a vasilá”!
Musa------------ ¿Quién eres en realidad;
mejor dicho, fuiste un día?
Fantasma---------- ¿Qué quién soy? ¿Qué quién sería...?
“Pos, pá una Musa divina,
averiguá esa china
mú difisi no será.
Yo te conocí enseguía,
no más que te visto entrá”.
Musa------------ No entré, caí desde arriba.
Y, por más que ello te asombre;
perdona que te lo diga:
¡No me acuerdo de tu nombre!
Fantasma------------ Pero, “güeno, vamó a vé,
Erato de mis entrañas...”
Musa------------ ¡Es verdad, tú me conoces…!
Fantasma----------- Claro, yo y “toa” España;
“Güeno, tóa, tóa, que diría
er torero Jesulín…
Exagero un poquitín”.
Musa------------Eso, ya tiene otra vía...
Vengo poco por aquí.
Fantasma----------- Es verdad. No te prodigas
en visitas a esta tierra;
menos mal, que ellos se acuerdan
que las musas existís,
y al vuelo, a veces os pescan.
¡Que si no, de qué “carajo”
iba este suelo a parir
tal cantidad de poetas...!
Musa-----------¿Me acusas de negligencia?
Fantasma--------- Te acuso de no venir
a inspirar a quien te adora.
Musa-----------Pues, aprovéchate ahora
que me tienes ante ti.
Fantasma---------Yo estoy muerto ya, ¡Cojones!
Tus versos y tus canciones
poco me habrían de servir.
Lo digo, por esta gente...
(En tono poético con mucha dulzura)
No ves que te necesitan
como el agua de la fuente
necesita a la mocita
para marchar sonriente.
Musa----------No están mal, esos versillos,
para provenir de un ente.
Fantasma------- Esta tierra es un vivero
de poetas naturales;
de vates con sentimiento.
Con un poco de tu aliento,
muchos, serían inmortales.
Aquí mismo, en este patio,
hay un poeta ya viejo;
te advierto, que no es Horacio,
pero, tampoco un “pendejo.”
Tiene el pobre una afición...
Que, en otros tiempos mejores
¡Ay! La hubiese querido yo.
El caso es que: el “andoba,”
llevado por su afición,
se ha metido en un follón
sin conocer bien la trova.
Está componiendo un libro
que él, lo llama “El Criticón”
Lo que ignora, en su delirio,
es que el nombre ya existió...
Mas, temiendo no concluir
su “Criticón” con finura
y lo tilden de aprendiz,
piensa dejar la escritura.
Y eso, bella criatura,
no lo puedes consentir.
Musa-------- ¿Por qué no le ayudas tú?
Al parecer... Sabes mucho...
Fantasma-------Si tuviera esa virtud
no te encargaría el asunto.
Yo, por más que lo he intentado,
no tengo acceso a lo vivo.
Y sufro viendo al amigo
tan triste y desconsolado.
Si tú, una mano le echaras
para acabar sus cuartillas,
yo besaría de rodillas
el suelo donde pisaras.
Musa--------- Mira, que voy sin sandalia...
Fantasma--------No me importa. Aún así,
me mantengo en mi palabra.
Musa--------- Veremos que puede hacerse
para enmendar tal entuerto.
Pero, volviendo a lo nuestro
que antes dejamos pendiente...
Un torbellino es mi mente,
que funciona a todo gas,
mas, no consigue averiguar
quién fuiste en vida mortal
extraño y curioso ente.
Fantasma--------Si tú, no fueras quien eres,
y yo fuera más valiente...
Dijérate; sin reparo,
¡Que el vino embota la mente!
Musa---------No serás un ente malo.
Pero, sí, ¡Un impertinente!
Y, por esa impertinencia…
Empiezo a verte más claro...
Ese léxico tan raro,
que usas tan a menudo...
Ese verso tan sesudo
que, a veces se te ha escapado...
Esa toga... ¡No! La toga no.
Pero, sí ese tocado,
que tú llamas un sombrero...
¡Todo está en contradicción;
si eres quien yo me huelo!
[/color][/color] Continuará...
Musa----------¡Por mi padre, Zeus Cronida!
¡Por mis ocho hermanas juntas!
¡Por las ánimas difuntas!
¿Dónde vas alma atrevida?
Fuera de lugar y tiempo,
sin duda, tú estás ahora;
pues, la gente que aquí mora
no suele usar ese atuendo
que, sin resultar horrendo,
muy pasado está de moda.
Vistes con delicadeza
la noble toga romana,
mas, ¿Qué especie de palangana
llevas puesta en la cabeza...?
El fantasma con marcado deje andaluz le responde diciendo:
Fantasma----------- ¡Qué palangana, “ni ná”!
¡Esto es un sombrero, niña!
Un sombrero de verdad.
La Musa se ríe, y como mofándose de él le responde:
Musa------------ Sombra, desde luego, da...
Por la anchura de sus alas…
Pero, estando, donde estás;
¿Tú crees que la necesitas?
¿Piensas salir a segar...?
Fantasma---------- “Mu grasiosa la musita...
¡Me va tú, a mí, a vasilá”!
Musa------------ ¿Quién eres en realidad;
mejor dicho, fuiste un día?
Fantasma---------- ¿Qué quién soy? ¿Qué quién sería...?
“Pos, pá una Musa divina,
averiguá esa china
mú difisi no será.
Yo te conocí enseguía,
no más que te visto entrá”.
Musa------------ No entré, caí desde arriba.
Y, por más que ello te asombre;
perdona que te lo diga:
¡No me acuerdo de tu nombre!
Fantasma------------ Pero, “güeno, vamó a vé,
Erato de mis entrañas...”
Musa------------ ¡Es verdad, tú me conoces…!
Fantasma----------- Claro, yo y “toa” España;
“Güeno, tóa, tóa, que diría
er torero Jesulín…
Exagero un poquitín”.
Musa------------Eso, ya tiene otra vía...
Vengo poco por aquí.
Fantasma----------- Es verdad. No te prodigas
en visitas a esta tierra;
menos mal, que ellos se acuerdan
que las musas existís,
y al vuelo, a veces os pescan.
¡Que si no, de qué “carajo”
iba este suelo a parir
tal cantidad de poetas...!
Musa-----------¿Me acusas de negligencia?
Fantasma--------- Te acuso de no venir
a inspirar a quien te adora.
Musa-----------Pues, aprovéchate ahora
que me tienes ante ti.
Fantasma---------Yo estoy muerto ya, ¡Cojones!
Tus versos y tus canciones
poco me habrían de servir.
Lo digo, por esta gente...
(En tono poético con mucha dulzura)
No ves que te necesitan
como el agua de la fuente
necesita a la mocita
para marchar sonriente.
Musa----------No están mal, esos versillos,
para provenir de un ente.
Fantasma------- Esta tierra es un vivero
de poetas naturales;
de vates con sentimiento.
Con un poco de tu aliento,
muchos, serían inmortales.
Aquí mismo, en este patio,
hay un poeta ya viejo;
te advierto, que no es Horacio,
pero, tampoco un “pendejo.”
Tiene el pobre una afición...
Que, en otros tiempos mejores
¡Ay! La hubiese querido yo.
El caso es que: el “andoba,”
llevado por su afición,
se ha metido en un follón
sin conocer bien la trova.
Está componiendo un libro
que él, lo llama “El Criticón”
Lo que ignora, en su delirio,
es que el nombre ya existió...
Mas, temiendo no concluir
su “Criticón” con finura
y lo tilden de aprendiz,
piensa dejar la escritura.
Y eso, bella criatura,
no lo puedes consentir.
Musa-------- ¿Por qué no le ayudas tú?
Al parecer... Sabes mucho...
Fantasma-------Si tuviera esa virtud
no te encargaría el asunto.
Yo, por más que lo he intentado,
no tengo acceso a lo vivo.
Y sufro viendo al amigo
tan triste y desconsolado.
Si tú, una mano le echaras
para acabar sus cuartillas,
yo besaría de rodillas
el suelo donde pisaras.
Musa--------- Mira, que voy sin sandalia...
Fantasma--------No me importa. Aún así,
me mantengo en mi palabra.
Musa--------- Veremos que puede hacerse
para enmendar tal entuerto.
Pero, volviendo a lo nuestro
que antes dejamos pendiente...
Un torbellino es mi mente,
que funciona a todo gas,
mas, no consigue averiguar
quién fuiste en vida mortal
extraño y curioso ente.
Fantasma--------Si tú, no fueras quien eres,
y yo fuera más valiente...
Dijérate; sin reparo,
¡Que el vino embota la mente!
Musa---------No serás un ente malo.
Pero, sí, ¡Un impertinente!
Y, por esa impertinencia…
Empiezo a verte más claro...
Ese léxico tan raro,
que usas tan a menudo...
Ese verso tan sesudo
que, a veces se te ha escapado...
Esa toga... ¡No! La toga no.
Pero, sí ese tocado,
que tú llamas un sombrero...
¡Todo está en contradicción;
si eres quien yo me huelo!
[/color][/color] Continuará...
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