De rosa, su morada...

De rosa, su morada…

De rosa, su morada, nívea cual esmero
de su pluma dorada, de sueño encarcelada,
de voz nunca abatida, de plectro inaugurada
constancia cual allega su aguacero…
Su pie delgado süeña, si mancilla el verbo,
el rostro, empero, aletargado cual si el cuerpo
en otra voz holgada, si de nuncio acervo
golondrina, si se apañe, de su sombra, acuerpo…

De su rostro, besa el diestro matiz, que junto al arpa
delgada fue sainete, y en sombras, desigual,
mirada ya bermeja, en otras horas zarpa
su bacanal vertiente, cual légamo al cristal…
Enrostro, si soy páramo, el viento en otras sombras,
cual diurnas arremete, plañir de solas coplas
de verbo emancipado, de fuente donde asombras
tu rostro en otro espejo, efluvio que resoplas…

Tan verso fue igualado, en otros senderos
calvicie de los puertos, y playa en aguaceros,
de rostro de senderos, y mares circunspectos
blandiendo su morada, y el rostro sus defectos…
Mares, que centellan, las horas de sus fauces
tan cognoscibles varas, del oro que amordaces
cual suelo de batallas, en otros mares bellos,
de fustas ó reclamos, que dieron sus empellos…

Desorden va si oído, de brusco, de arrebato
tan cognoscible vara, de ledo trance oculto,
cual bella en otra sierpe, si el bello mar, sepulto
cual golondrina ausente, de sordo su arrebato…
Va, si al oeste, quilla, va, de tu morada,
la ciega y tan plausible, -aletargada-
de roble va, si impera, de fauce reclinada
de oro va si entrona, ó goce si situada…

Entorna, luego espeja, la fuente de su bruma
y consolida espuma, en arte ó soliloquio,
ventisca de su sombra, de boca trance toma,
el sueño de sus fauces, nativa de su obsequio…
De mojada afluente, de risa perfumada,
el sobrio imán pudiera, lentisco de su amada,
en sombra lastimera, ó de su imán provoca
la sorda Primavera, que el viento las evoca…

Entorna, si del viento, otro profuso hiriera,
contorno a Primavera, cual sueño no se ofusca
distancia cual esmera, ó de su albor pudiera,
nevar en soliloquio, adusta Primavera…
Ó de su goce entorna, silente pero avaro,
de su glosa el atisbo, de juncia enamorado
cual el imán pluguiera, de entorno caro,
la risa de sus plumas, en otro cedro amado…

Óoh, cuál, de golondrina, oh, cuál versa si vate,
coturno me dispara, cual alba su acicate…