Preciosa Dulce joven

Preciosa Dulce joven

(Poesía para Rosario)


Preciosa Dulce joven, rosa hermosa,
De tus aleves besos yo te siento
Contraste de pudor y poderosa,
La llama que sonrosa tenue al viento…
Por tus claveles blancos yace endrina,
La tempestad del Alba en cautiverio,
Y es mi color paciente donde trina,
Tu ruiseñor heroico en tu misterio…

Rosario, tú eres suave como el sueño,
Que invade todo el mar, si yo me adueño
De tu fragancia hermosa que pretende
Asir las alas que en el verso tiende,
Tu mariposa… Grácil como tú…
No ya tu brisa besa mi mirada,
Y en tu ternura clama el viento azul,
Ooh, bella tú responde a mi llamada!

Sí flores son de ti, no los colores,
Qué besan a mi fuego lentamente:
No tus albores, clama de repente,
La boca de mi júbilo y amores…
Son fragua de tu manto pretencioso
Incordio del dolor que turna y crea,
El alborozo canto deleitoso,
Que tu perfume llama y balancea…

Rosas son de ti -ya no la palabra-
Para premiar tus labios bienhechores,
Y goza el Sol de ti -no los dulzores-,
Que tu fragancia en mí trae de la Obra…
Jazmines azaleas y caprichos,
Tu cándido rubor, alba escarlata,
Corazones equinos y relinchos,
Que cabalgando juntos, besan plata…

Ooh, alma y corazón traes de mi mano,
Aquel fruto de amor de tu vil rosa,
Que en la plegaria al sol vuelves hermosa,
De tu deleite, amor; y tan temprano…
Vuelves soprano tu voz en la lluvia,
-Otra quimera- vana y por doquier,
Con antesala de tu voz diluvia,
La prisa incierta y llama del ayer…

Eres amanecer de labios plata,
Tu boca besa labios escarlata.




Alejandro Rodrigo Flagel