El vendedor de cuchuflí

El vendedor de cuchuflí

El vendedor de cuchuflí tiene un secreto,
la noche se lo dio entre harina y leche,
en playas del verano son los niños
quienes mejor aprenden de su hazaña.
A veces desde lejos lo contemplo,
camina como un rey de suave masa,
corona de manjar, cetro de nieve
y un cándido canasto con su dote.
Los niños son su corte, lo acompañan,
gentiles en la arena de las tardes,
quemados por el sol de Cartagena
hambrientos del festín de su monarca.
En casa con sus dulces se levanta,
su barrio huele a azúcar crepitante,
sus hijos seguirán su oficio luego
cual él del propio padre lo aprendiera.
Es casta pues de nobles su progenie,
las calles se deleitan con su aroma,
la rosa del verano no es la misma
sin un buen cuchuflí que se deshoja.
Más tarde volveremos a la escuela,
al mismo profesor con su pregunta:
¿qué hicieron, niños, en sus vacaciones?
Algunos contarán viajes e historias,
paseos, comilonas, diversiones
con viejas o con nuevas amistades.
Yo no pondré atención, habré pensado
en ese vendedor de cuchuflí.
En él o en algún hijo en la faena
y en mi perdido en un salón de clases:
Ahora niños saquen su cuaderno,
dibujen lo mejor de su verano.

17 09 10

Ahora mismo me pongo a dibujar compañero, gracias por compartir tu talento.