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por Recaredo Miér Sep 15, 2010 8:25 am[b]
“Ellos y el Ente Televisivo”
Aquellos que se nos cuelan sin permiso
en nuestro hogar,
pretendiendo a toda costa
con nosotros intimar,
son los que más distorsionan
del mundo la realidad.
Salen por televisión
mostrando su cara falsa,
para embaucar a la audiencia,
que nunca de ellos se harta.
¿Y quienes son, sino ellos
los que hacen de este mundo un puro infierno?
¿Y quienes son, sino ellos
los que causan dolor y desaliento?
Los que dueños se creen del universo,
y anulan la existencias de los otros
que cumplen con la norma y el precepto.
No obstante, las maldades que resuman,
son ellos los que viven plenamente.
Los que gozan de la fama y la fortuna,
que sus hechos les da constantemente.
Sin embargo, los otros,
cómo nunca en su vida han roto un plato…
¡Se pudren en oscuro anonimato!
¿Y quienes son ellos?
-Ustedes se preguntarán.-
Y yo respondo sincero:
¡Los que salen por la “tele”
con frecuente asiduidad!
Ellos:
Los jueces corruptos.
Los políticos prevaricadores.
Los funcionarios negligentes.
Los militares embrutecidos.
Los policías prepotentes.
Los obreros bobos.
La masa soñolienta.
La juventud idiotizada.
Los curas hipócritas.
Los capitalistas inmisericordes.
Los niños zafios.
Las rameras escandalosas.
Las brujas sin escoba.
Los homosexuales redimidos.
Las lesbianas orgullosas.
Las feministas recalcitrantes.
Las monjas por despecho.
Los frailes por el estómago.
Los intelectuales mediocres.
Los artistas engreídos.
Los médicos incompetentes.
Los enfermos histriónicos.
Las marujas tontas.
Los mendigos conformistas.
Los delincuentes por vicio.
Los ladrones de pobres.
Los asesinos por miedo.
Los violadores por serlo.
Los deportistas por dinero.
Los altruistas por conveniencia.
Los locos a cuatro ruedas.
Los aristócratas bordes.
Los que venden sus vergüenzas.
Los proxenetas del este.
Los que huyen de la guerra.
Los siempre muertos de hambre.
Los que queman las banderas.
Los nacionalistas sin nación.
Los árbitros del imperio.
Los religiosos fanáticos.
Los dictadores de turno.
Los demócratas de boquilla.
Los socialistas de siempre.
Los comunistas resabiados.
Los fascistas nostálgicos.
Las bellas de rompe y rasga.
Las folklóricas pendejas.
Los presentadores ridículos.
Los videntes con tracoma.
Los de cuerpo de "Danone."
Los que prohíben cualquier cosa.
Los que hablan por los codos.
Los que no atinan palabra.
Los que predicen catástrofes.
Los imbéciles del fútbol.
Los que se apuntan a todo.
Los que se manifiestan por gusto.
Los perros rabiosos.
Los gatos que no arañan.
Los burros que no dan coces.
Los caballos que bailan.
Los toros que no envisten.
Los ratoncitos sabios,
y , ja,ja.ja,
las ovejitas de Carmen Sevilla.
Todos éstos y algunos más,
que, me dejo en el tintero…
¡Han hecho de nuestro Ente
un inmenso y podrido estercolero!
Recaredo
Aquellos que se nos cuelan sin permiso
en nuestro hogar,
pretendiendo a toda costa
con nosotros intimar,
son los que más distorsionan
del mundo la realidad.
Salen por televisión
mostrando su cara falsa,
para embaucar a la audiencia,
que nunca de ellos se harta.
¿Y quienes son, sino ellos
los que hacen de este mundo un puro infierno?
¿Y quienes son, sino ellos
los que causan dolor y desaliento?
Los que dueños se creen del universo,
y anulan la existencias de los otros
que cumplen con la norma y el precepto.
No obstante, las maldades que resuman,
son ellos los que viven plenamente.
Los que gozan de la fama y la fortuna,
que sus hechos les da constantemente.
Sin embargo, los otros,
cómo nunca en su vida han roto un plato…
¡Se pudren en oscuro anonimato!
¿Y quienes son ellos?
-Ustedes se preguntarán.-
Y yo respondo sincero:
¡Los que salen por la “tele”
con frecuente asiduidad!
Ellos:
Los jueces corruptos.
Los políticos prevaricadores.
Los funcionarios negligentes.
Los militares embrutecidos.
Los policías prepotentes.
Los obreros bobos.
La masa soñolienta.
La juventud idiotizada.
Los curas hipócritas.
Los capitalistas inmisericordes.
Los niños zafios.
Las rameras escandalosas.
Las brujas sin escoba.
Los homosexuales redimidos.
Las lesbianas orgullosas.
Las feministas recalcitrantes.
Las monjas por despecho.
Los frailes por el estómago.
Los intelectuales mediocres.
Los artistas engreídos.
Los médicos incompetentes.
Los enfermos histriónicos.
Las marujas tontas.
Los mendigos conformistas.
Los delincuentes por vicio.
Los ladrones de pobres.
Los asesinos por miedo.
Los violadores por serlo.
Los deportistas por dinero.
Los altruistas por conveniencia.
Los locos a cuatro ruedas.
Los aristócratas bordes.
Los que venden sus vergüenzas.
Los proxenetas del este.
Los que huyen de la guerra.
Los siempre muertos de hambre.
Los que queman las banderas.
Los nacionalistas sin nación.
Los árbitros del imperio.
Los religiosos fanáticos.
Los dictadores de turno.
Los demócratas de boquilla.
Los socialistas de siempre.
Los comunistas resabiados.
Los fascistas nostálgicos.
Las bellas de rompe y rasga.
Las folklóricas pendejas.
Los presentadores ridículos.
Los videntes con tracoma.
Los de cuerpo de "Danone."
Los que prohíben cualquier cosa.
Los que hablan por los codos.
Los que no atinan palabra.
Los que predicen catástrofes.
Los imbéciles del fútbol.
Los que se apuntan a todo.
Los que se manifiestan por gusto.
Los perros rabiosos.
Los gatos que no arañan.
Los burros que no dan coces.
Los caballos que bailan.
Los toros que no envisten.
Los ratoncitos sabios,
y , ja,ja.ja,
las ovejitas de Carmen Sevilla.
Todos éstos y algunos más,
que, me dejo en el tintero…
¡Han hecho de nuestro Ente
un inmenso y podrido estercolero!
Recaredo
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