Dosel de luz para tu mano

Sal, de la luna, amianto de la noche en vela
lustrado manantial de oro en tu doncella,
lágrima de cristal, al zapato de su suela,
noche en vela, sepultado manantial de luna bella...

Y si la noche no me ha atado,
lúgubre timbal despierto de mi cofre,
no me imparte lugar la noche que me sufre
en la plata de éste sueño de azul, de luz morado...

Acaudala el tiempo en la memoria,
hostiga besos de luna y pies mojados,
la sandalia de estos pies iluminados
rojo en la noche, versos en Valeria...

Y si la noche canta abrigándome el Verano,
en Primavera el caudal de dichas flores,
ungíase el alba y los dolores,
dolor tan tierno que en su amor es soberano...

Caudal de mar, y tierna golondrina,
esparce eco de juglar en la vendimia
de aquellos mares donde el sueño es endrina
copla de tus cabellos, alma mía!

Y en las sombras el juglar es artesano
caudaloso mar que distingue firmamentos
de tu sano oro que mengua los acentos
de aquél cordel que embriaga luz tu mano...

[b]Magníficos versos, amigo; tus estrofas son alambiques que destilan pura poesía. Te felicito sinceramente. Abrazos.

La luz, se transportó a las tuyas
al momento de descargar al papel
todas sus letras.
Magnífica luz, que te ilumina
para irradiar los versos
de luna pura.

Muchísimas gracias, Recaredo!!!

Muchísimas gracias, Claudia!!!!

Exquisito!!!!


Un abrazo.

extasis total son tus versos...

Caudal de mar, y tierna golondrina,
esparce eco de juglar en la vendimia
de aquellos mares donde el sueño es endrina
copla de tus cabellos, alma mía!

Y en las sombras el juglar es artesano
caudaloso mar que distingue firmamentos
de tu sano oro que mengua los acentos
de aquél cordel que embriaga luz tu mano...

Oro cuando el tiempo yace tu locura en la constancia, eco de tu voz que me abrasa, el incesante campo de lunas... Luz aciaga en el vientre, locura de adolescente, fluctúa la noche en nocturnos desvelos, el amor que recibe distancias calientes. Porque la luz invoca en el suelo, el amor que recibes del fuego, para vestir el hallazgo de coplas que en la nieve acaudala las sombras.
Letargo, epifanía de brumas, constancias que aminora las horas, según la castaña y el viento, liebres de luces asombra...

Muchas gracias, Lorena!!!!

Coincido plenamente con Recaredo, esta poesía destila un juglar. Felicitaciones amigo del camino

Como incesante bruma la lengua coronada de soles, incandesce la bruma de mil noches, aletargando su soplido enamorado, en la voz del manantial del verso liberado, verso enarbolado...

Muchas gracias!!!!