Toco tu suave mano, en la penumbra...

Poesía para misombra

Toco tu suave mano, en la penumbra…

Toco tu suave mano en la penumbra,
alcor, que del recelo se sustrae
en manantial tu sombra reclinada,
palabra de emoción, latido, inmensa…
Toco tu albor nevado, que postula
claras uniones dóciles amantes,
de ver nuestros recelos apremiantes
no vulnerar la prosa, tu silencio…

De tu penumbra toco suave amor,
constancia en el silencio, reclinada
y beso de tus labios llamaradas,
suplican tu calor, nevando, amada…
Ooh, labios de tus besos en tus labios!
Sonrosado ardor, tu fecunda sierpe!
Que el beso de tus labios, me devuelve
tan forastera unión, que el mar absuelve…

Fecundo, de tu goce, estima el frío,
nevada rosa amante, mi amorío!
De tu fragor, centella, sólo anhelo!
Demanda de tu boca, rubio pelo!
Tus ojos son Orquídeas celestiales,
arroba el verde mar, torcida espuma
aquella que con verte se trazuma,
otro nevado palio de tu Aurora…

Tenue mi voz, arguye el horizonte,
palabra que celebra el mar sombrío
y de la pena amante de tu claro,
dos labios agonizan en tu pecho...
Rotunda voz del áurea, del despecho,
fraguada, inmensa, cae, sobre mi lecho
y en tu fortuna helada, mi solombra:
te fragua los placeres de tu boca...

Incienso de tu voz huele a mis rosas,
que la sepulta helada de tu océano
invoca en la mirada vuelta médano
de tu suspiro Ooh flores alborozas…!
Mi noche extingue albor, ya de tus ojos,
ó bataclana al viento de las olas,
suspira el mar y ríe si tú a solas
eriges de mi amor templados gajos…

Colores que sumergen rosas rojas,
violetas que son flores en panojas…