Mi cuerpo

Mi cuerpo, contra el que el mar dobló la tez de las espumas,
y al unísono verbo sopló sin mar ni soplo,
su alarido roto contra la hélice de brumas
que al tacto lloró aún de mis despojos y resoplo
el agudo manantial por donde la escarcha nieva,
su comandante helado, su sol, su sol renueva
y alisa el torso su ribete nacarado, cual el silencio
al verde mar, no nuncio a mi descaro, reverencio…

Y aún la soga que perdura es uniforme talla,
de quebranto amoroso en el estío, y contra verso amado
en amorío la vanguardia se transgrede y falla
so tu verano amante que embotella inmerso
el paraíso, la vendimia del sol tatuado a pleno,
como gallardo en el centeno, sobre el alba,
y arroja conmigo un estandarte trémulo que alaba
sobre el Pantheón sereno del músculo que emulo,

…Y vaga la Heroína de su plácida amapola,
como ruin señora sepultada en artificio
donde llagas inmersas no se bañan en la sola
comarca de ilusión, que prepara mi desquicio…
Por esos robles de ilusión, algún fragmento,
menoscaba el alimento que mi brisa enmudecía,
tras el arte de la brisa que perdía, añorando mi cemento
su figura enardecía, y rompía aún la voz que me placía…

Nunca abate lejos el mar de su ironía,
la trunca huella de semántica, que al yermo
conducía en el Verano. Sólo aducía
su fantasma, que en el verso del enfermo,
transmutaba su pie plano, con alguna simpatía
y renacería, como vate de otoño, el paraíso
que solemne, acicalado, su voz, su sombra ó apatía
besaba su brusco ardor en la llamada de su rizo…

…Mi cuerpo fuga, y blande aquél tesoro consumido
en la belleza,: un ruiseñor que menoscaba su delirio,
una manzana que puebla mi Universo y se mantiene unido
en la voz que llega a su fin cuando su lirio
expone el ala herida, y su flanco es el querube manifiesto
donde se acalla aquella sombra enmudecida
con el arte de mis noches y su huida,
brama al lecho casto, la neblina donde asesto…

La distancia equidistante de mi cuerpo,
pregona un ansia dura donde al sol acuerpo…