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por Recaredo Sáb Oct 29, 2011 5:49 am[b]El Profeta que vino del polvo (canto V)
V
Locos fanáticos, les suele llamar
la sociedad; una sociedad que fue
la causante de su locura.
Sin embargo, nosotros tenemos un
mejor concepto de estos desgraciados;
y, auque reprobando sus acciones, les
reconocemos su valor.
¡Ay hermanos míos…!
Si ese valor que derrochan en balde
los suicidas fanáticos anidara
en nuestros corazones, y pudiésemos,
bajo los dictámenes de la razón
y la conciencia utilizarlo contra
la injusticia, que impera en este mundo
¿Qué enemigo se nos opondría…?
Mas ¡ay! ¿Por qué sueño?
Cuando sé lo difícil que resulta
cultivar el valor, bajo el yugo de
la opresión y el miedo.
Fuertes son las armas que poseen nuestros
enemigos.
Cortante espada de acero blande la
injusticia.
Contra ella, nosotros siempre luchamos
con una de madera.
Nuestros relativos éxitos frente
al enemigo siempre se han basado
en la fecundidad de nuestra clase.
Nos reproducimos como conejos.
Ciertas son las palabras del poeta que
dijo: -“Fecundo es el lecho de amor de
la miseria”-
Mas, si no nos han exterminado ya
es porque ellos necesitan de nuestro
sudor y lágrimas para subsistir.
No extermina la hormiga al pulgón, más
bien le cuida, como esclavo.
Claro que… Éstos son animales de
distinta especie.
(continuará...)
V
Locos fanáticos, les suele llamar
la sociedad; una sociedad que fue
la causante de su locura.
Sin embargo, nosotros tenemos un
mejor concepto de estos desgraciados;
y, auque reprobando sus acciones, les
reconocemos su valor.
¡Ay hermanos míos…!
Si ese valor que derrochan en balde
los suicidas fanáticos anidara
en nuestros corazones, y pudiésemos,
bajo los dictámenes de la razón
y la conciencia utilizarlo contra
la injusticia, que impera en este mundo
¿Qué enemigo se nos opondría…?
Mas ¡ay! ¿Por qué sueño?
Cuando sé lo difícil que resulta
cultivar el valor, bajo el yugo de
la opresión y el miedo.
Fuertes son las armas que poseen nuestros
enemigos.
Cortante espada de acero blande la
injusticia.
Contra ella, nosotros siempre luchamos
con una de madera.
Nuestros relativos éxitos frente
al enemigo siempre se han basado
en la fecundidad de nuestra clase.
Nos reproducimos como conejos.
Ciertas son las palabras del poeta que
dijo: -“Fecundo es el lecho de amor de
la miseria”-
Mas, si no nos han exterminado ya
es porque ellos necesitan de nuestro
sudor y lágrimas para subsistir.
No extermina la hormiga al pulgón, más
bien le cuida, como esclavo.
Claro que… Éstos son animales de
distinta especie.
(continuará...)
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