La sequedad

La sequedad

La verdad no he llorado desde el tiempo
en que las lágrimas forjaban las cascadas,
los ríos, los océanos, la estrella y ese terco
sinsabor del que ha perdido las almohadas.

Sé que el rocío fue hecho en la derrota,
y el lago en las contiendas obstinadas,
sé que el desierto crece desde entonces
y hay sed en las aldeas y pobladas.

Pero qué más llorar, qué más secretos
podrían contener mis marejadas,
te vas, nunca estuviste, son reflejos
de mi llanto tus besos y miradas.

Mas bien yo te soñé, no oí consejo,
tampoco el golpe de tus carcajadas,
la tierra ha de encontrar en sus misterios
respuesta al porvenir de las aguadas.

Yo miro que se extinguen los pañuelos,
el rocío, mi sangre, mis huesos se hacen agua,
la última gota rueda por tu cuerpo,
desierta tierra mía, que la bebe y se la traga.

21 08 10

sin palabras, que lujo tenerte...

genial!