Apareció sin esperar un hombre, de cutis morena, mirada penetrante que se escondían detrás de unos lentes (que muy mal no le quedaban) de cabello corto y canoso,
Rubén se llamaba aquel desconocido, que izo sonar su teléfono puesto en un aviso,
Quiero conocerte, podemos encontrarnos ahora mismo?
El le dijo aquella noche que ya ella nada esperaba y que ya se disponía volver a su casa terminar el día tirada en su cama, hasta que el sueño la venciera y la cabeza parara.
En donde nos encontramos le contesto ella,
Sin saber que en realidad ese día volvería su corazón a latir de aquella manera que ella ya había resignado a volver a sentir algún día.
Un auto gris paro delante de ella, con confianza y temor ella subió para dirigirse junto a aquel hombre desconocido, hasta un hotel y por una suma x de dinero ofrecer pasión por una hora.
Ella lo miraba sin imaginar que aquel hombre extraño hasta ese momento la haría mañana vibrar, sentir un amor como hace mucho su corazón no invadía, pero que ya venia de intentar creer que el sujeto con el que vivía era esa persona que ella merecía.
Charlando iban hasta encontrar un lugar alejado, pues el era casado y problemas no quería, por mas que su esposa no se encontraba hoy día, de viaje estaba por un tiempo siempre estaba el temor de que algún vecino lo viera y contara a su esposa su travesura con aquella chica.
Encontraron un lugar Venus se llamaba, aunque el nombre no importaba en realidad ella ya jamás se olvidaría el lugar donde paso una hora que ni ella sabia, deseaba, necesitaba se repitiera algún día.
Dieron vueltas en aquella cama alquilada por una hora, se besaron, interminables caricias recorrieron sus cuerpos transpirados de tanta pasión que no se entendía, pero que pasando los días ellos dos entenderían, termino la cama y empezó la ducha, como dos enamorados se limpiaron los aromas que aquel encuentro tan desaforado, ya sin ellos saberlo todavía, avía despertado y que ya no se sabia cuando moriría.
Adonde la dejaba le pregunto el a ella, mientras de aquel hotel salían, donde me encontraste esta bien respondió ella, así sigo mi camino hasta mi casa donde después de este encuentro dormiré placidamente sin esperar a que el sueño se decida a venir y la cabeza pare de pensar… pensar.
Se bajo del coche Sofía despidiéndose con un beso en la mejilla de Rubén, y diciéndole cuando quieras, con gusto te volveré a ver! Se alejo hacia la parada de aquel colectivo que antes no venia y que ahora aparecía, de la nada de una manera tan rápida diferente a una hora y media antes de que Rubén apareciera. (Como si ese encuentro tuviera que pasar no?) Ella subió al colectivo y el se alejo en la noche.
Pensativa quedo… pensativa, pensando que fue esa sensación que con aquel hombre extraño ella sintió, en la casa su novio la esperaba, como siempre enojado, con cara larga, pero esta vez la discusión no duraría, por que era tan fuerte el hechizo que aquel encuentro causo en su vida que ninguna absurda pelea la traería a la realidad de su triste vida.
Su novio cansado de hablar y gritar solo, pidiendo explicaciones que no eran atendidas, se quiso acercar a Sofía, pero ella seguía encandilada por aquella fantasía vivida, que hizo caso omiso a las caricias, besos, y pedidos de amor de aquel desagradecido.
Pasaron los días y Sofía aun no olvidaba aquella noche con aquel desconocido de lentes, piel morena y fuego en las venas,
Rubén tampoco se olvidaba de la piel de Sofía, de su aroma, y su pasión desinhibida, no espero mucho tiempo para volver a verla, y compartir con ella esa pasión que hacia mucho tiempo no vivía,
¿Podemos encontrarnos Sofía?
Le pregunto por teléfono un día… es que de viaje el se iría y no sabia si a la vuelta volvería a tener la oportunidad de vivir en su piel esa pasión que desde ese día no olvidaba y ya no olvidaría.
¿Donde?
Contesto Sofía un poco emocionada, pues sus ojos reflejaban la alegría de volver a ver a Rubén, aquel hombre que no pudo olvidar desde esa primera vez con el.
En esos días que pasaron desde el ultimo encuentro de Sofía y Rubén, hubieron cambios al menos en la vida de Sofía, se avía separado de su novio que ya bastante la ahogaba con celos absurdos y pedidos de explicaciones que ella no tenia por que ni que tenia ganas de responder en realidad, encima que no la ayudaba como se merecía y como ella necesitaba realmente, cada dos por tres le hacia escenas de celos que siempre terminaban dándole la razón a Sofía que siempre le hacia ver que el exageraba y veía cosas donde no las avía, ella tenia la duda plantada en la cabeza, pero ese día que discutieron por ultima vez Sofía ya no aguanto mas y le escupió todo eso que ella sentía y guardaba en su interior para no pelear y estar mal entre los dos, pero ese día su vaso rebalso y escupió con ira y sinceridad todo aquello que hacia varios meses se venia tragando cada vez mas a duras penas por el.
Rubén y Sofía se verían a las 11 del mediodía, el la pasaría a buscar con el auto eh Irian a un hotel como el otro día, luego de ese encuentro Rubén partiría a Mendoza por trabajo y no estaba seguro si al regresar podrían volverse a encontrar.
Que emocionada estaba Sofía, se sentía como la novia que espera su enamorado… y desde el auto Rubén le mandaba mensajitos de texto para avisarle en cuanto tiempo llegaba, y de paso le decía que las ganas de verla antes de irse ni el sabia por que era tan necesaria para el, pero que no le importaba buscar las razones solo le importaba volverla a ver, ella le contestaba desde su celular que la emoción que a el le invadía era la misma emoción que a ella la invadía. Que los minutos se le hacían eternos…
Al fin llego Rubén paro el coche y Sofía subió a el, no se saludaron como dos desconocidos, o como aquellos amantes que se encuentran y se saludan con un beso en las mejillas por el temor de que alguien lo viera. Rubén y Sofía en cambio se saludaron con un beso tan apasionado y emocionado como si los dos después de saciar esas ganas de verse quedaran completamente relajados o tocaran las manos con el cielo era todo tan extraño…
La sonrisa de aquellos dos… “enamorados” no se si seria la palabra correcta?
Pero Abia que verlos y se entendería.
Ese encuentro fue mágico, mejor al otro día… se bañaron juntos, se amaron repetidas veces… se volvieron a meter al agua y así hasta acabar aquel turno de hotel,
Al salir ella le pregunto si el al volver la llamaría, el solo la miro unos instantes y le respondió con la sinceridad mas profunda y el alma colgada de un hilo, que si el no tuviera su mujer y su hija, sin dudas a su lado estaría.
Si te llamo desde Mendoza le dijo, total allá mi mujer y mi hija no van a estar conmigo, ellas recién cuando yo llegue volverán de su viaje, hasta eso nos podremos ver Sofía.
No te preocupes que yo te llamo a penas llegue, igualmente cuando pare con el auto te mando mensajitos contándote de mi viaje, como voy y de paso preguntarte como estas tu.
Bien dijo ella y se bajo del auto a duras penas… es que no podía parar de besarlo, acariciarlo y quedarse colgada mirándolo.
Rubén nada decía ni hacia, solo le correspondía los besos y las caricias a Sofía, pero en realidad el se moría de ganas de llevársela con el a Mendoza.
Es mas por tel. ese mismo día a la noche le confesó que tenia unas ganas inmensas de llevarla con el,
“Yo te pegaba con una botella en la cabeza” y te llevaba conmigo a Mendoza y si en la ruta me preguntaban decía… esta borracha por eso duerme así… y ya cuando despertabas estarías en Mendoza conmigo y la hubiésemos pasado de diez.
Yo tampoco podía dejarte ir… se me notaba le preguntaba ella a el, si y mucho el le respondía. Así pasaron los días, y el la llamaba todos los días sin falta.
Hasta que llego el día en que el volvería, al comunicarle a Sofía su regreso inesperado, ella sin rodeos le pregunto apresurada si avía vuelto su esposa en estos días,
El le contesto que no y si ella no tenia nada que hacer esa noche le gustaría verla.
Ella sin dudarlo le respondió que si! Con alegría.
Esa noche se vieron en la casa de Rubén, cenaron juntos y escucharon algunas bandas que compartían, los dos se miraban de una manera que guardaba ganas, deseos, y necesidad de sentir al otro, solo los besos no faltaban, pero los dos se sentían incómodos en la casa donde el vivía con su esposa y su hija.
Pero ya eran las 02:00am y las ganas o el sueño vencieron su postura dando paso a lo que sentían y se hicieron el amor durante mas de una hora sin pausas, ni cansancio alguno por aquellas posiciones en las que se amaron sin pensar en nada mas que, en lo bien que en aquel sillón, piso, banquito la estaban pasando los dos.
Luego se bañaron y el la llevo hasta su casa en el auto, los dos estaban relajados, contentos, calmos, como si hacia mucho tiempo hubiesen estado esperado ese momento, mas de una hora estuvimos haciendo el amor el le dijo a ella, y Sofía solo lo miro y nada mas que un beso fue su respuesta.
La dejo en su casa… pero antes se despidieron con largo beso y un adiós que ni ellos sabían se mantendría.
Así mismo fue, ese fin de semana posterior el la llamo y la invito a pasear en el auto, quizás a bailar, o solo a caminar.
Se vieron y pasaron toda la noche juntos, fueron de una punta a la otra de buenos aires, hasta que terminaron en un hotel y ahí se despidieron creo… para siempre.
Por que desde ese día el ya no volvió a verla, ni a llamarla, ella le aseguro no lo esperaría, no quería que perdiera su familia por un amor de fantasías, es hasta el día de hoy que Rubén y Sofía no han dejado sentir como aquel primer día esa necesidad inexplicable de estar el uno con el otro todos los días.
El otro día la llamo Rubén a Sofía y luego de preguntarle como se encontraba, y escuchar de sus labios esa vos temblorosa que le respondía: aquí para que mentirte extrañándote mucho mi amor.
Y el le respondió: para que mentirte si yo también te extraño mucho y muero de ganas de verte mi princesa.
Tienes que luchar con eso Rubén ella solo le respondía, yo no tengo perro que me ladre pero tú si tienes tu esposa y tu hija, intenta olvidarte que yo acá tratare de hacer lo mismo de mi parte.
Se despidieron de una manera muy sentida y ya nunca mas Rubén y Sofía se volvieron a hablar por tel. ni mucho menos verse hasta hoy día.
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