Luis tenia mas de treinta años, desde hacía una década vivía en la ladera frente a una gran montaña, famosa por su cima, la conocían en la región como ``la inconquistable´´; para muchos ella representaba un desafío, que estaba allí, esperando a quienes soñaban con tocar el cielo, que llegaran a ella dispuestos a vencer obstáculos y alcanzar así, la ansiada meta.
Para el, ella reprresentaba la memoria viva y constante de un sueño frustrado, ese que guardaba celosamente en su corazón y al pasar el tiempo se había transformado en una espina clavada en su alma y no le habia permitido alejarse de aquel lugar.
Construyó un almacén y allí abastecía de enseres y provisiones a cualquier alpinista. Ellos llegaban llenos de viigor y marcado entusiasmo, los veía prepararse, hacer planes y partir llenos de esperanza. Pero también los veía regresar, con los rostros cansados y el alma vencida por no lograr vencer esa muralla e obstáculos y dificultades.
Y así, pasaban frente a el, hombres de tantos lugares iferentes como razones para realizar esa tarea, muy poco tenían la dicha de subir y poder contarlo.
Cada mañana al abrir su ventana, no podia evitar mirarla y sentirse impotente frente a ella.
Sabía que no podria irse y continuar su vida sin intentar llegar allí. Ese pico se había convertido en su obsesión, torturándole, haciéndole sentir un cobarde.
Un día se dijo a sí mismo:: ``basta¨¨. juntó sus cosas, preparo sus propios enseres, se vistio cuidadosamente con lo que a parecer sería lo mas adecuados y decidío hacer frente a ese gran desfío solo, emprendío su camino dispuesto a alcanzar su meta.
Dejó una nota sobre la mesa, por si no volvía y alguien notaba su ausencia.
El primer tramo fue sencillo, no le representó ninguna dificultad, tomo descansos cortos y continuos mientras hubo luz del sol que le permitia ver con claridad donde ponía sus pies. Llegando a la mitad del recorrido comenzó a sentir el peso de su mochila sobre su espalda y la dureza de la montaña se comenzaba a palpar.
El frío le hacía tomar pausas mas prolongadas y los descansos no eran agradables dentro de la pequeña carpa, por momentos , el viento era taan fuerte que parecía querer llevarse la liviandad del nylon, de a ratos se le hacía insoportable, pensó que no había sido buena iea emprender el viaje solo.
Esa noche no pudo dormir, pensando que un cambio de tiempo lo podría sorprender y jugarle una mala pasada. Al llegar la mañana con la claridad del nuevo día, retomo su camino. Trató de evitar pensar en el dolor que su cuerpo evidenciaba, las manos con la intensidad del frío parecian querer agrietarse cada vez que se aferraba a una piedra o clavaba en la roca, a pesar e tener gruesos guantes.
Nada le haría volver atrás, se detuvo un momento y miro hacia la cima, ya podía distinguirla, eso le infundió confianza para proseguir,tomo un descanso prolongado para revisar su mochila y asegurarse de tener lo indispensable para continuar.
Tomó un café bien cargado mientras repasaba mentalmente lo que había preparado.
Comenzó a subir y la falta de oxigeno le obligo a tomar mas pausas de lo esperado, su cuerpo parecía no resistir mas, pero aun así, el continuaba. Su cuerpo parecía ajeno, nada podia ser peor que la idea de no llegar a la meta. Cada obstáculo le parecía enorme, cada piedra era una tortura para sus doloridos pies. Todo le requería un esfuerzo máximo, sabía que no conseguirlo seria un dolor que amargaría su exitencia. Continúo con eso en la mente hasta que sin poder creerlo llegó a la cima.
Se sentó y miró el camino que había recorrido, y comenzó a llorar. Cada lágrima que derramaba hacía doler su rostro agrietado por el frío y el cansancio. Aun así, lloró por largo rato, miró sus manos doloridas, luego sus pies y comprendío que no lloraba de dolor, ni de emoción por haber llegado a la meta. Esa, con la que tanto había soñado , ``la inconquistable´´, no era la que le arrancaba esa mezcla de dolor y amargura.
Lloraba al pensar en los días, los meses y hasta los años que perdio sintiendo su alma llenarse de frustración.
Se dío cuenta que la cobardía había sido mas fuerte en él, que el anhelo de llegar a la meta.
Comprendío, que el veradero desafío fue vencer su propio temor, encontrar el valor para superarse a sí mismo. La montaña resulto ser su propio yo.
Para el, ella reprresentaba la memoria viva y constante de un sueño frustrado, ese que guardaba celosamente en su corazón y al pasar el tiempo se había transformado en una espina clavada en su alma y no le habia permitido alejarse de aquel lugar.
Construyó un almacén y allí abastecía de enseres y provisiones a cualquier alpinista. Ellos llegaban llenos de viigor y marcado entusiasmo, los veía prepararse, hacer planes y partir llenos de esperanza. Pero también los veía regresar, con los rostros cansados y el alma vencida por no lograr vencer esa muralla e obstáculos y dificultades.
Y así, pasaban frente a el, hombres de tantos lugares iferentes como razones para realizar esa tarea, muy poco tenían la dicha de subir y poder contarlo.
Cada mañana al abrir su ventana, no podia evitar mirarla y sentirse impotente frente a ella.
Sabía que no podria irse y continuar su vida sin intentar llegar allí. Ese pico se había convertido en su obsesión, torturándole, haciéndole sentir un cobarde.
Un día se dijo a sí mismo:: ``basta¨¨. juntó sus cosas, preparo sus propios enseres, se vistio cuidadosamente con lo que a parecer sería lo mas adecuados y decidío hacer frente a ese gran desfío solo, emprendío su camino dispuesto a alcanzar su meta.
Dejó una nota sobre la mesa, por si no volvía y alguien notaba su ausencia.
El primer tramo fue sencillo, no le representó ninguna dificultad, tomo descansos cortos y continuos mientras hubo luz del sol que le permitia ver con claridad donde ponía sus pies. Llegando a la mitad del recorrido comenzó a sentir el peso de su mochila sobre su espalda y la dureza de la montaña se comenzaba a palpar.
El frío le hacía tomar pausas mas prolongadas y los descansos no eran agradables dentro de la pequeña carpa, por momentos , el viento era taan fuerte que parecía querer llevarse la liviandad del nylon, de a ratos se le hacía insoportable, pensó que no había sido buena iea emprender el viaje solo.
Esa noche no pudo dormir, pensando que un cambio de tiempo lo podría sorprender y jugarle una mala pasada. Al llegar la mañana con la claridad del nuevo día, retomo su camino. Trató de evitar pensar en el dolor que su cuerpo evidenciaba, las manos con la intensidad del frío parecian querer agrietarse cada vez que se aferraba a una piedra o clavaba en la roca, a pesar e tener gruesos guantes.
Nada le haría volver atrás, se detuvo un momento y miro hacia la cima, ya podía distinguirla, eso le infundió confianza para proseguir,tomo un descanso prolongado para revisar su mochila y asegurarse de tener lo indispensable para continuar.
Tomó un café bien cargado mientras repasaba mentalmente lo que había preparado.
Comenzó a subir y la falta de oxigeno le obligo a tomar mas pausas de lo esperado, su cuerpo parecía no resistir mas, pero aun así, el continuaba. Su cuerpo parecía ajeno, nada podia ser peor que la idea de no llegar a la meta. Cada obstáculo le parecía enorme, cada piedra era una tortura para sus doloridos pies. Todo le requería un esfuerzo máximo, sabía que no conseguirlo seria un dolor que amargaría su exitencia. Continúo con eso en la mente hasta que sin poder creerlo llegó a la cima.
Se sentó y miró el camino que había recorrido, y comenzó a llorar. Cada lágrima que derramaba hacía doler su rostro agrietado por el frío y el cansancio. Aun así, lloró por largo rato, miró sus manos doloridas, luego sus pies y comprendío que no lloraba de dolor, ni de emoción por haber llegado a la meta. Esa, con la que tanto había soñado , ``la inconquistable´´, no era la que le arrancaba esa mezcla de dolor y amargura.
Lloraba al pensar en los días, los meses y hasta los años que perdio sintiendo su alma llenarse de frustración.
Se dío cuenta que la cobardía había sido mas fuerte en él, que el anhelo de llegar a la meta.
Comprendío, que el veradero desafío fue vencer su propio temor, encontrar el valor para superarse a sí mismo. La montaña resulto ser su propio yo.
Última edición por Andica el Jue Ene 20, 2011 10:36 am, editado 2 veces (Razón : Micro Relato quincenal sugerido por moderador Britez Alejandro.)
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