Al Hombre

Puedes vivir del perfume de la tierra y sustentarte mientras te cargas de energía con la luz del sol como un vegetal. Pero ya que has decidido matar seres para comer y robar al recién nacido la leche de su madre haz de ello un acto de adoración. Que tu mesa sea un altar donde sean sacrificados los puros e inocentes animales para tu sustento material.
Si inmolas a otro ser también tú serás inmolado sirviendo así de sustento a otros.
Cuando ingieras un fruto dile: “tus semillas vivirán en mi cuerpo mientras florecen tus brotes en mi corazón y tu perfume se convierte en mi aliento”.