Aquella madre…
Que soporto penurias…
Que tolero injusticias…
Que no vacilo jamás en su lucha…
Esa que ella empezó a librar desde aquel día
En que donosa en su andar.
Mujer guapa de tez morena y cabellera negra,
Cuerpo esbelto, mirada penetrante y sonrisa amplia,
De carácter atípico y corazón inquieto.
Caminando quizás una mañana o una tarde…
…se cruzo bajo el cielo de aquel chaco imponente,
Característico por sus calores, pero aun así con una vegetación imponente y ríos transparentes.
Se cruzo bajo aquel cielo con el hombre con quien ni ella sospechaba, ni imaginaba pasaría el resto de sus días.
Hombre del que se enamoro a primera vista,
Quizás por aquella cabellera amplia azabache, o su mirada picara, o aquellas palabras dulces, hombre de manos fuertes y pies bien plantados, quien le diría que seria con el con quien descubriría el bello arte que hoy la homenajean.
Aquella madre…
Que desde el día que se descubrió embarazada,
Pues en sus entrañas se formaba aquel ser que la hizo mujer-madre,
A pesar de corta edad y poca experiencia en la vida,
No vacilo en protegerla y darle desde las entrañas todo el amor que un corazón guarda, ella recién caminaba la vida.
Aun así… parió con fuerzas, amamanto con esmero y cuido con recelo, el fruto de un amor.
Madre de ocho… ocho veces parió con fuerzas, amamanto con esmero y cuido con recelo.
Y ese es su único consuelo y fuerza luego…
De haber soportado penurias…
Dejado pasar injusticias…
Y el no haber vacilado jamás…
Todo eso hoy la engalana con el,
Diploma de MAMA.
TODOS LOS DERERCHOS RESERVADOS DE AUTOR.[/
center]Que soporto penurias…
Que tolero injusticias…
Que no vacilo jamás en su lucha…
Esa que ella empezó a librar desde aquel día
En que donosa en su andar.
Mujer guapa de tez morena y cabellera negra,
Cuerpo esbelto, mirada penetrante y sonrisa amplia,
De carácter atípico y corazón inquieto.
Caminando quizás una mañana o una tarde…
…se cruzo bajo el cielo de aquel chaco imponente,
Característico por sus calores, pero aun así con una vegetación imponente y ríos transparentes.
Se cruzo bajo aquel cielo con el hombre con quien ni ella sospechaba, ni imaginaba pasaría el resto de sus días.
Hombre del que se enamoro a primera vista,
Quizás por aquella cabellera amplia azabache, o su mirada picara, o aquellas palabras dulces, hombre de manos fuertes y pies bien plantados, quien le diría que seria con el con quien descubriría el bello arte que hoy la homenajean.
Aquella madre…
Que desde el día que se descubrió embarazada,
Pues en sus entrañas se formaba aquel ser que la hizo mujer-madre,
A pesar de corta edad y poca experiencia en la vida,
No vacilo en protegerla y darle desde las entrañas todo el amor que un corazón guarda, ella recién caminaba la vida.
Aun así… parió con fuerzas, amamanto con esmero y cuido con recelo, el fruto de un amor.
Madre de ocho… ocho veces parió con fuerzas, amamanto con esmero y cuido con recelo.
Y ese es su único consuelo y fuerza luego…
De haber soportado penurias…
Dejado pasar injusticias…
Y el no haber vacilado jamás…
Todo eso hoy la engalana con el,
Diploma de MAMA.
TODOS LOS DERERCHOS RESERVADOS DE AUTOR.[/
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