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por Oscar64 Mar Sep 21, 2010 12:58 amVen a vivir
Confieso mi propio crimen: quiero poner fin a mi muerte,
a todas nuestras muertes yo quiero darles vida,
y empuño mis propias armas, abrazos y esperanzas,
urdiendo un plan maestro: quemar los ataúdes,
hacer del cementerio un parque para niños
y en el certificado de defunción poner ausente
por eterno, por libre, por hermoso o contento,
o bien causa del deceso: renacimiento en ciernes,
bienvenida primavera, deberes con la aurora.
Planifico con calma el fin del exterminio,
el único cadáver que quiero es el que canta,
declaro impredecibles las últimas palabras,
por eso cada una de las que venga es la primera.
Tampoco hay epitafios, no puede ser si alguien nos ama,
no puede haber final si en un balcón te esperan,
ni funeral si alguno te carga entre sus brazos.
Vine pues a vivir, no acepto otro destino,
yo acribillé el morir con balas de alegría,
por eso yace aquí mi cuerpo a carcajadas
y acepto toda culpa en la fiesta a la que invito.
No llegues tarde ahora que el mundo corre el riesgo
de no volver a verte entre tantas amenazas.
Indulto a los que viven, libertad para el amor,
aquí vengo y me rindo, eterna sea mi condena.
21 07 10
Confieso mi propio crimen: quiero poner fin a mi muerte,
a todas nuestras muertes yo quiero darles vida,
y empuño mis propias armas, abrazos y esperanzas,
urdiendo un plan maestro: quemar los ataúdes,
hacer del cementerio un parque para niños
y en el certificado de defunción poner ausente
por eterno, por libre, por hermoso o contento,
o bien causa del deceso: renacimiento en ciernes,
bienvenida primavera, deberes con la aurora.
Planifico con calma el fin del exterminio,
el único cadáver que quiero es el que canta,
declaro impredecibles las últimas palabras,
por eso cada una de las que venga es la primera.
Tampoco hay epitafios, no puede ser si alguien nos ama,
no puede haber final si en un balcón te esperan,
ni funeral si alguno te carga entre sus brazos.
Vine pues a vivir, no acepto otro destino,
yo acribillé el morir con balas de alegría,
por eso yace aquí mi cuerpo a carcajadas
y acepto toda culpa en la fiesta a la que invito.
No llegues tarde ahora que el mundo corre el riesgo
de no volver a verte entre tantas amenazas.
Indulto a los que viven, libertad para el amor,
aquí vengo y me rindo, eterna sea mi condena.
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