Índice
Últimas imágenes
Conectarse
por Jesús Alexandro Lun Ago 16, 2010 3:19 pm15/Ago/2010
Cierto misionero decidió visitar uno de los barrios más pobres y peligrosos de la ciudad (a llevar la palabra de Dios). Logró juntar a un buen número de niños y les platicaba-predicaba el origen del mal; del destierro de Luz-bel de los cielos:
- Y Lucifer fue arrojado al infierno donde permanecerá por los siglos de los siglos –
- Ahora niños…platíquenme -…
- Qué les ha enseñado ésta historia -
-Qué han aprendido de todo eso -
Esperaba una respuesta inmediata pero no fue así.
Recorrió cada carita, y en cada carita no los vió. Eran ojos ajenos.
Nadie decía nada.
-Díganme, Qué han aprendido de la historia -
Entonces uno de los niños se paró:
“Señor…
La gente que vive aquí y trabaja gana una miseria, los que no… son desempleados haraganes, atracadores ó asaltantes de calles. Hay pandillas y riñas todo el tiempo. Uno tiene que cuidarse de los gandallas y de toda la porquería que aquí se vende. A pesar del peligro, nosotros…los que estamos aquí con usted pasamos casi todo el tiempo en la calle para ganarnos un peso, para comprarnos un dulce o para llevar un poco de dinero a la casa. sentimos miedo… pero tenemos el consuelo de nuestras madres, que nos dicen que no hay que temer, porque cada uno tiene un ángel de la guarda, que nos protege de todo peligro”
“Y ahora usted nos viene a decir que No se puede confiar ni en los Ángeles”.
Cierto misionero decidió visitar uno de los barrios más pobres y peligrosos de la ciudad (a llevar la palabra de Dios). Logró juntar a un buen número de niños y les platicaba-predicaba el origen del mal; del destierro de Luz-bel de los cielos:
- Y Lucifer fue arrojado al infierno donde permanecerá por los siglos de los siglos –
- Ahora niños…platíquenme -…
- Qué les ha enseñado ésta historia -
-Qué han aprendido de todo eso -
Esperaba una respuesta inmediata pero no fue así.
Recorrió cada carita, y en cada carita no los vió. Eran ojos ajenos.
Nadie decía nada.
-Díganme, Qué han aprendido de la historia -
Entonces uno de los niños se paró:
“Señor…
La gente que vive aquí y trabaja gana una miseria, los que no… son desempleados haraganes, atracadores ó asaltantes de calles. Hay pandillas y riñas todo el tiempo. Uno tiene que cuidarse de los gandallas y de toda la porquería que aquí se vende. A pesar del peligro, nosotros…los que estamos aquí con usted pasamos casi todo el tiempo en la calle para ganarnos un peso, para comprarnos un dulce o para llevar un poco de dinero a la casa. sentimos miedo… pero tenemos el consuelo de nuestras madres, que nos dicen que no hay que temer, porque cada uno tiene un ángel de la guarda, que nos protege de todo peligro”
“Y ahora usted nos viene a decir que No se puede confiar ni en los Ángeles”.
» Preciosa Dulce joven
» Desde la ventana
» Por qué, la guerra?
» Tu cuerpo se desviste...
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad