Capitulo 3

POV Arturo.

Siempre supe que podia perder a Paula, en cualquier instante; desde que la conoci fue mi alma gemela aunque hasta hace poco lo aceptamos. Siempre estubo presente para mi y yo para ella. Cuando tenia que desahogarse siempre eran mis camisas las que terminaban empapadas de sus lagrimas; si yo necesitaba de su ayuda dejaba cualquier cosa que estubiera haciendo y corria hacia mi encuentro. Ella sabia de cada una de mis andanzas y yo conocia de memoria cada una de sus historias, por eso sabia que nuestra relacion seria importante y dificil.

Despùes de pasar tanto tiempo juntos no podia resistir estar lejos de ella. Ardia en celos cuando me contaba de su pareja en turno y me llenaba de furia y rabia cuando esa pareja le hacia llorar. No podia soportarlo mas, asi que decidì actuar antes de que llegara alguien mas y la volvieran a apartar de mi lado.

-¿Hola?- contestò ella aun adormilada
-Hola, te desperte?- obvio que la habia despertado eran tan solo las 7am
-¿Estas bien, dònde estas, te paso algo? Habla ya!!!- su tono de preocupaciòn cambio al desesperado porque no le respondi- Arturo, habla de una vez por todas, ¿dònde estas?
-Tranquila, estoy bien, estoy en casa- aunque mi tono, sabia, era calmado, creo que eso la preocupo aun mas.
-Entonces què pasa- su voz denotaba algo de preocupacion e ira
-Pasa que necesito hablar contigo
-¿Y no pudiste esperar un par de horas mas?
-Nooo!!! Ya lo he postergado durante mucho, ya no puedo seguir esperando- mi tono sonaba suplicante
-Vale, vale pero tranquilizate, ok?
-Me voy a tranquilizar hasta que hable contigo. ¿Puedo ir a tu casa?
-Si claro, te espero
-Gracias!! Llego en una hora, bye- dije algo mas calmado y colgue

Caminando hacia su casa repasaba en mi mente todo lo que llevaba ensallando desde hace dias y habia pensado en cada posibilidad, en cada palabra que Paula podria decir y como convencerla. Sin embargo estaba muy lejor de la verdad, de la realidad. Llevaba una rosa roja, sabia que le gustaban, estaba tan nervioso que comence a sudar. El timbre seguia sonando, tal vez debio quedarse dormida otra vez, o si no quiere hablar conmigo, si esta con alguien mas. No habia pensado es estas posibilidades.

-Ya!!!, ya te escuche desde la primera vez, deja el timbre en paz- gritaba ella desde el cuarto de baño
-Perdon, es que...- no supe que mas decir cuando la vi abrir la puerta con el cabello chorreante y su playera mojada; se le veìa preciosa, mi diosa.
-Ok, ok, pasa tengo que secarme

Espere sentado en la pequeña sala unos minutos.

-Ok, entonces què es eso que no pudo esperar una hora mas
-Estem... no se por dònde empezar. Sientate por favor...- Oh!! Dios se me habia olvidado todo lo que tenia que decir.
-Ya te he dicho siempre que empieces por el principio. Saludame. Que bueno que has venido, necesito decirte algo.
-Ok tu primero- sabia que dependia de lo que ella dijiera para poder seguir adelante.
-Ok- dijo con un suspiro- No te hare el cuento tan largo, hemos sido amigos durante durante mucho tiempo- mi semblante se torno sombrio ya que cada vez que ella empezaba una relacion nueva siempre comenzaba con esas mismas palabras- y lo he estado pensando durante noches enteras- desvio su mirada y en casi un murmullo dijo... - tal vez te parezca extraño pero...
-Pero?- la presione un poco, necesitaba que terminara para largarme de alli
-Pero me he dado cuenta que te amo, que no puedo vivir sin ti...

Nos quedamos en silencio un par de minutos y cuando ella comenzaba a hablar otra vez...

-Arturo, yo se que...
-Yo tambien te amo- la interrumpi, no podia recuperarme de la sorpresa y como pude continue.- Te amo desde hace mucho y me aventuro a decir que fue desde el primer momento en que te vi pero por una u otra razon jamas podia estar contigo de esa forma asi que aprendi a vivir siendo tu mejor amigo pero ya no puedo mas, me preguntaba si... tu... quisieras ser mi novia.- le extendi la rosa roja que llevaba; ella la tomo entre sus manos, beso sus petalos y se acerco para regalarme el toque de sus labios con los mios, habia sellado el pacto, habia dicho SI.

Si, sabia muy bien que seria dificil, lleno de sorpresas desde el principio. Què iba a hacer yo ahora con la reaparicion de Juan en su vida. Sabia que me amaba, pero tambien sabia que èl era especial para ella, muy especial.

Puede que sea la ultima noche con ella... Durante la cena no cruzamos casi palabra y entonces decidi que seria la primera noche que pasaria en su casa, en su cama y aunque fuera la ultima ya no me resistiria mas.

Hicimos el amor como nunca lo habiamos hecho, ella necesitaba de mi como yo de ella, no queria perderla, no lo soportaria... Se quedo profundamente dormida abrazada a mi y al desviar un poco la mirada me encontre con mis jeans, seguramente sigue alli la tarjeta con sus datos por si ella llegaba a necesitarle y junto a su ropa... una rosa roja, la rosa que èl le habia entregado...

¿Què hacer con esa tarjeta, se la doy, la tiro, què hacer con la tarjeta en donde figuran los datos de Juan?

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Querid@s amig@s, les dejo otra parte de "Conversacion entre dos extraños", por favor diganme que opinan, voy por buen camino?

El limite entre una relación de amistad y una relación de pareja, es difuso, y en cualquier momento se liberan las fronteras. En ambas situaciones el amor existe, solo que se manifiesta de manera distinta. En la primera se comparte desde afuera y en la 2da se comparte el viaje de vida. Felicitaciones!

Reyna... Muchas gracias por seguir esta historia, ya publique el 5to capitulo en mi blog, pero no se si colgarlo aqui tambien asi que espero tu visita en el blog, digo... si quieres y si te interesa saber que sigue, ademas necesito un poquito de ayuda para continuar

Sangre del Corazon