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por juanRr03 Dom Ago 19, 2012 12:35 amSentí pánico al responder, mi boca aun temblaba.
Ella se miraba tan tranquila, de repente una angelical voz dijo:
- Que frio hace
- Demasiado respondí sin pensar.
Al voltear a mirarla de reojo no me había dado cuenta de su ropa, era algo ligera como para llevar en un día tan frio como el de hoy. Me quede pensando, pero mi nerviosismo se fue a tope.
De repente el silencio se hizo presente, a lo lejos solo se alcanzaban a escuchar el silbido del viento y el choque entre las ramas de los arboles entre sí.
Quise tratar de hacer conversación mas no sabía que decir y mucho menos con los nervios que tenía, ni siquiera pude voltear a mirarla, sentía como pena era una rara sensación.
Respire profundamente, cerré mis ojos, reuní todo mi valor estuve a punto de decir una palabra cuando ella dijo:
- ¿Y qué haces sentado aquí?- me sorprendí aun no lo podía asimilar la hermosa voz que mis oídos tenia la dicha de escuchar, mi reacción fue lenta y antes de responderle y de aclarar mi cabeza y mis nervios exclamo: -Que hermosa luna- .
Mire al cielo pero una nube cubría parte de ella, cuando la nube paso, decidí volver a mirar y en efecto era hermosa.
-si, es bellísima- conteste
Me sentía un poco más tranquilo no sé él porque,
tal vez la luna me inspiro confianza y me dio el valor de contestar y decir: - ¡Hola!, mucho gusto me llamo Alexander, y ¿con quien tengo el gusto? Estire la mano para saludarla ella correspondió estirando y estrechando mi mano.
Su mano era blanca, muy suave y demasiado delicada además estaba demasiado fría casi congelada, ella dijo:
- Mucho gusto me llamo… -
en un alto reflejo me puse de pie frente a ella no dejándola terminar de hablar, me quite mi chaqueta y se la puse, me arrodille me quite la bufanda, cuidadosamente recogí su cabello haciéndolo a un lado, deslice delicada y lentamente la bufanda por su cuello, me quite igualmente el gorro q traía puesto de la misma manera se lo puse de tal manera q tapara sus orejas ya que al momento de ponerle la bufanda me di cuenta de que estaban completamente heladas.
Ella solo tenía cara de asombro, me miro fijamente y yo solo le sonreí, en eso ella trato de decir algo pero en ese momento mi celular timbro interrumpiéndola y evitando que hablara se guardo el comentario y solo agacho su mirada.
Conteste rápidamente, era Jack mi mejor amigo que me decía con voz de reclamo:
- ¡¿Alexander en donde estas?! ¡Llegaremos tarde! ¡Apresúrate!-
Solo lo escuche, no dije absolutamente nada colgué la verdad se me había olvidado que había quedado de verlo porque me quería pedir un favor.
Lo único que dije al colgar fue – Mucho gusto, ¡nos vemos luego!...
y Salí corriendo lo más rápido que pude dejándola cada vez más atrás…
Juan R. Zamorano.
Ella se miraba tan tranquila, de repente una angelical voz dijo:
- Que frio hace
- Demasiado respondí sin pensar.
Al voltear a mirarla de reojo no me había dado cuenta de su ropa, era algo ligera como para llevar en un día tan frio como el de hoy. Me quede pensando, pero mi nerviosismo se fue a tope.
De repente el silencio se hizo presente, a lo lejos solo se alcanzaban a escuchar el silbido del viento y el choque entre las ramas de los arboles entre sí.
Quise tratar de hacer conversación mas no sabía que decir y mucho menos con los nervios que tenía, ni siquiera pude voltear a mirarla, sentía como pena era una rara sensación.
Respire profundamente, cerré mis ojos, reuní todo mi valor estuve a punto de decir una palabra cuando ella dijo:
- ¿Y qué haces sentado aquí?- me sorprendí aun no lo podía asimilar la hermosa voz que mis oídos tenia la dicha de escuchar, mi reacción fue lenta y antes de responderle y de aclarar mi cabeza y mis nervios exclamo: -Que hermosa luna- .
Mire al cielo pero una nube cubría parte de ella, cuando la nube paso, decidí volver a mirar y en efecto era hermosa.
-si, es bellísima- conteste
Me sentía un poco más tranquilo no sé él porque,
tal vez la luna me inspiro confianza y me dio el valor de contestar y decir: - ¡Hola!, mucho gusto me llamo Alexander, y ¿con quien tengo el gusto? Estire la mano para saludarla ella correspondió estirando y estrechando mi mano.
Su mano era blanca, muy suave y demasiado delicada además estaba demasiado fría casi congelada, ella dijo:
- Mucho gusto me llamo… -
en un alto reflejo me puse de pie frente a ella no dejándola terminar de hablar, me quite mi chaqueta y se la puse, me arrodille me quite la bufanda, cuidadosamente recogí su cabello haciéndolo a un lado, deslice delicada y lentamente la bufanda por su cuello, me quite igualmente el gorro q traía puesto de la misma manera se lo puse de tal manera q tapara sus orejas ya que al momento de ponerle la bufanda me di cuenta de que estaban completamente heladas.
Ella solo tenía cara de asombro, me miro fijamente y yo solo le sonreí, en eso ella trato de decir algo pero en ese momento mi celular timbro interrumpiéndola y evitando que hablara se guardo el comentario y solo agacho su mirada.
Conteste rápidamente, era Jack mi mejor amigo que me decía con voz de reclamo:
- ¡¿Alexander en donde estas?! ¡Llegaremos tarde! ¡Apresúrate!-
Solo lo escuche, no dije absolutamente nada colgué la verdad se me había olvidado que había quedado de verlo porque me quería pedir un favor.
Lo único que dije al colgar fue – Mucho gusto, ¡nos vemos luego!...
y Salí corriendo lo más rápido que pude dejándola cada vez más atrás…
Juan R. Zamorano.
gracias por los comentarios y las sugerencias.
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