Aquella tarde en Argerich.

Por allí,en algún lugar del espacio,
que ya no existe,
se perdió aquel amor de adolescente,
aquel sueño de muchacha crecida,
en que sublimando, te colocó en un pedestal
un zócalo de fino oro y cristal.,
alzando la cima del corazón,
hasta las nubes del olimpo.

Allí, adonde me llevaste aquella tarde,

Te acordas ’?

Dialogamos en la terraza
de la casona de Argerich,
entre copas y miradas,
con el alma prodigada,
me deje trasportar
al sagrario fantástico,
el vergel añorado,
entre fusiones de aliento,
navegue los cielos.

Te acordas?


Borboteando aquel alcohol,
deje en tus manos los latidos,
desfalleciendo en tus brazos
la inocencia manceba.

Y pase a ser Margot
Apenas un trofeo mas
De tu amplia colección

Corazon herido por la desilusion y el desencanto. . .suenos destruidos por un amor no correspondido. Tu poema destila una gran nostalgia. Lindo poema! Lilia

amor y decepción en una poesia bonita...besos Beatriz