Cuando abrí los ojos,
hubieron mil zapatos
repicando en el suelo,
y mi espalda era el plano
de las baldosas de mi barrio.
Revise mis bolsillos,
tres pesos y un cohete,
acechaba la aguja
de las nueve,
de un lunes cobarde.
Paso justo por mi nariz,
el ultimo tren sin estación,
que cerró una cicatriz,
con atajos al subsuelo.
Mi boca era un cenicero,
y un polizón tapándome el sol,
me pregunto si era yo,
el mismo que anoche despertó,
a todo un vecindario.
Y yo que soy un hombre sincero,
si señor, conteste,
y el de la semana que viene,
también.
Levante mi sombrero,
y un pedazo de pan de ayer,
la lluvia acompaño el regreso,
de un sábado color verde,
a un lunes marrón.
La gente acelero su paso,
una señora con su escoba
me miro sin querer mirarme,
entrando a su hogar con la moral,
de un retirado Militar.
Los judítas, contando su moneda,
besuqueando borregos y Julietas,
La primera vendra regalada
En tanto la segunda empeñamos la vida.
Mi cabeza ya no quería mas,
pensó en desmayarse en la vereda,
pensó en mama, en papa,
y en los amigos que ya no están.
En la vida tan corta,
que se me pasa cerrando bares,
en los domingo de almohada,
y la memoria selectiva.
Pensó en perderme en un abrazo,
en un te quiero sin mentiras,
en dejar estufas de garrafa chica,
que duran tan solo, una noche fría.
Pensó en no sentar la cabeza,
que para morirme falta rato,
solicito un amigo que por amigo,
me reciba de par en par en su mesa.
No hay que ser muy listo,
para saber que estoy de vuelta,
que quizás a este paso seré boleta,
por no querer vivir a ras del piso.
Y aunque también se,
que mi vida no es comercial,
son estas pesadillas las que,
hacen que lo vivido tengan rima.
Se aprende tan rápido lo malo,
que para lo bueno tenemos una vida,
y ni siquiera aprovechando esa dicha,
somos el rebaño pecador.
Benditos sean los que dudan,
los que callan, por no opinar,
benditas las putas, las drogas,
Maradona, San Telmo, y Argentina.
Bendita sea esta resaca,
esa piedra blanca,
en forma de línea,
que despierta las piernas
de la avenida mas ancha...
Benditos los que brindan,
desde una ciudad perdida,
las estaciones con pañuelos,
y las lagrimas al teléfono.
Bendito el coraje del sabio,
que entendiendo la vida,
tiene que seguir viviendo,
fingiendo estar sorprendido.
Si su moral tiene la necesidad,
de darse una ducha,
pues yo le enjabono la espalda,
que si hay algo que sobra,
pues de seguro, son las mascaras.
A menudo los hecho de menos,
Burthon el astronauta,
Liliana Blotta la madama
Y myrros la aprendiz.
Anapoleon y sus all Star
El mago que navega en el pasado,
Dolerá el sabio que fracasa,
Y mi enemigo más preciado.
Que brazos te dieron consuelo Maryel,
Que abrigos se posaron en Manrique,
A donde fue a parar J.P.
Y el poeta obsesivo de Maryel.
Donde esta la Andica que idealice,
De buena madera y rock nacional,
La Darkness chilena que hacia la diferencia
De los pinochos que dejan secuelas.
No me di cuenta, les pido perdón a las dos,
Pero saben que mientras mas alto trepa el mono,
La vida es así, mas el culo, se le ve,
En estas rimas que dos y dos dan tres.
Solo amanecido veo los rastros,
De la mesa mas redonda del café que estrene,
La poesía no es mi trabajo no,
Es solo mi lenguaje.
Última edición por Admin2 el Vie Jun 25, 2010 11:35 pm, editado 2 veces (Razón : poema sugerido para la semana por moderador Quetzalcoatl Vallejo)
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