Pensando en ti.

Se hacen efímeros los siglos
se torna dócil la tormenta
la luz no hiere mi alma abierta
y se vuelven finitos los libros

la fragancia del deseo consume
arremolinando sentimientos
el ocaso, se lleva todo remordimiento
y mi piel al pecado no es inmune.

Se vuelven ridículos los martirios,
pues sin ti, son irrelevantes;
Y cada latido, es asfixiante
eres el dueño de mis delirios

el suspenso de la vida es inócuo
el aire se torna artificial
pierde su quietud cada manantial
y me siento yo mismo: Solo un triste loco.

¿Acaso te ciega el encanto
que no percibes mi anhelo,
que te he buscado hasta el flagelo
arropándome con cada quebranto?

¿O es que disfrutas mi amargura
saboreando cada nimia vacuidad?
¿como no comprendes la realidad
que tu ser, mi alma clausura?

Lejos de ti, mi amor
incluso el veneno es admirable
pues es un jinete amigable,
salvo conducto de desolación

y cada corchea se mustia ignorada
en sinfonía de férrea impostura.
Sin tu dulzura, sin tu etérea hermosura,
todas las cosas son una bufonada.

Pensando en ti, mi cielo
el limbo se viste de barroca belleza.
Sin ti, el paraíso es solo maleza
Sin ti, mi niño, me consumo en el fuego