Anhelo Dormir.

Necesito un descanso,
Una cura de sueño puede ser
Suave y latente
Que me deje perdida en el tiempo.

Ando ofuscada y descompuesta
He perdido la estela de la tranquilidad
Esa que guiaba cada una de mis noches
En mis ratos, con soledad.

Gracias a mis jornadas espinosas de trabajo
El jodido tiempo de espera
Es a veces, tan ominoso a ratos...
Que me avista, por horas, de no poder más.

Y ahora que estoy de aflojos
El tiempo que agota
Se enviste de esperanza marchita
De toda bienaventurada ilusión, deseada.

La gravedad de mi mente,
Pareciera estar gravada
En cada una de mis líneas,
Éstas de hoy.

Pero no, sinceramente estoy acabada.
Hoy detesto estar sentada.
Recitando una sarta de idioteces,
¡Extrañando a mi almohada!

¡Estoy viendo imágenes de mí, en mi cama!

Siniestra Nostram.

[b]Desde luego debes tener un trabajo muy duro; lo deduzco por cómo te expresas, aunque viniendo de ti, nunca se sabe... Si es así, lo mejor es hacer lo que dices: echarte en la cama y remover la moviola de tus vivencias; con ello puedes ordenar tus ideas, si es que Morféo no te acoge primero en sus dulces brazos. Me gustó tu poema. Abrazos de Recaredo.

Hasta pasar sueño es inspirador!!! Lo que hay que ver!!! Un abrazo amiga.

Gracias amigos por comentar. Decirles que en principio pensaba que era el estudio, luego el trabajo, y ahora... ¡La posición de la cama...! Ja, ja, ja, ja. Pero debo afirmar que voy mejorando. Es el insomnio, amigo Recaredo; Morfeo me ha olvidado en años.

Saludos amigos.