Querida Reyna:
Mis manos tocan el cielo, besando
la luz clara de noches que idolatran,
aquel suspiro gualdo que me ata
a tu cabello heraldo de mi sueño…
La fantasía cobre su diadema
en otro bucle bello de tu aroma,
ó fantasía, sombra del poema
que mi oración no pena, sin tus alas…
Mujer maravillosa que sostiene,
el alba de mi centro, obnubilada,
y reza en el ocaso de mi amada
palabras de tu amor, que me mantiene…
La huella de tu risa, es de mi ensueño,
aquel tamiz que encuentra todo el Oro,
de tus piedras preciosas, en mi coro
ó de mis versos blandos, que te enseño…
Cual turpitud alada de mi búsqueda
en otra sinestesia que me embala,
mis labios son un beso que resbala
mi trova, un buril necio que te busca…
Ooh, Sombra, noche, bella, estrellada!
Cual júbilo no ofende en la llanura…!
Mi boca, tegumento del que amara,
a la perfecta ruina, que demora…!
Aquí tu tórtolo descubre sabios
de nuncias Primaveras, esperando,
ó cuál gentil mis alas aún noviando,
en sordas Primaveras, esperando…!
Tus labios, plenitud de mi descaro
Ooh, fantasía roja, Sol del plectro!
Aún privada Luna, luna en cetro!
Ooh pasión esmeralda, rubí alado…!
Si mi consigna helada fuera rosa
de tus rosas que auguran lo templado,
mis labios, fueran goce de un amado
que mi voz clara tiene, en su fortuna!
Mi pena, de mi Gloria, no mi oprobio,
Ooh, nunca ya, ya no delirio, besa,
contorno de mi canto a tu turquesa,
Ooh, sombra baladí, rosa Promesa!
Aquí mi sombra besa mi egoísmo,
ya no el tenor, mi canto: Tu lirismo…!
Mis manos tocan el cielo, besando
la luz clara de noches que idolatran,
aquel suspiro gualdo que me ata
a tu cabello heraldo de mi sueño…
La fantasía cobre su diadema
en otro bucle bello de tu aroma,
ó fantasía, sombra del poema
que mi oración no pena, sin tus alas…
Mujer maravillosa que sostiene,
el alba de mi centro, obnubilada,
y reza en el ocaso de mi amada
palabras de tu amor, que me mantiene…
La huella de tu risa, es de mi ensueño,
aquel tamiz que encuentra todo el Oro,
de tus piedras preciosas, en mi coro
ó de mis versos blandos, que te enseño…
Cual turpitud alada de mi búsqueda
en otra sinestesia que me embala,
mis labios son un beso que resbala
mi trova, un buril necio que te busca…
Ooh, Sombra, noche, bella, estrellada!
Cual júbilo no ofende en la llanura…!
Mi boca, tegumento del que amara,
a la perfecta ruina, que demora…!
Aquí tu tórtolo descubre sabios
de nuncias Primaveras, esperando,
ó cuál gentil mis alas aún noviando,
en sordas Primaveras, esperando…!
Tus labios, plenitud de mi descaro
Ooh, fantasía roja, Sol del plectro!
Aún privada Luna, luna en cetro!
Ooh pasión esmeralda, rubí alado…!
Si mi consigna helada fuera rosa
de tus rosas que auguran lo templado,
mis labios, fueran goce de un amado
que mi voz clara tiene, en su fortuna!
Mi pena, de mi Gloria, no mi oprobio,
Ooh, nunca ya, ya no delirio, besa,
contorno de mi canto a tu turquesa,
Ooh, sombra baladí, rosa Promesa!
Aquí mi sombra besa mi egoísmo,
ya no el tenor, mi canto: Tu lirismo…!
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