Rosa eres

Rosa eres

Rosa eres, fragancia de mi aliento,
entronizada sílaba de mieles,
ardores que alaban, cuando intento
alcanzar tu sombra de laureles…
Rosa siembras, y recoges mis llanuras,
deslizándote en lo nuevo de tus castas
soberanas majestades con locuras
en albores que te roban si me abastas…

Rosa entronas, en mi cielo Diosa eres,
cual no espejan en las albas de tus ríos,
las miradas de mi flor, mis amoríos
que no encubres con tu ser, tú eres.
Besas mi pincel con cuerdos ángeles,
adoras mi buril, recato bruno,
de mi tinta, la pasión, albor alguno
que tu magia en mi prisión, demueles…

Rosa ebria, de tu flor, melodía basta
para saciar el silencio de mi canto,
Sombras arden que de incógnito devasta
el Sol de tu Misterio, de mi Canto…
Puedes sombras diluir con tu fineza,
arrostrándose la voz de tu firmeza
encubriendo la palabra con amores,
que tus labios merodean, defensores…

Sueña el Arte de tu beso, de tu Canto,
Ooh mi Rosa, flor de mi arrebato!
Locura de mis sueños, donde acato
de tu pluma, mi silencio, mi quebranto!
Eres flor que agoniza por la noche
y endulzas las estrellas de tu aroma,
eres Voz, que sobre el arte de mí aceche,
con tu Toque de Poetisa, me haces Poma…

He besado con tus labios, de mi ofrenda,
libertarios pinceles de mi pluma,
cual unidos chapiteles que reprenda,
no mi voz, de mi estro, me consumas…
Labios arden en tu flor, estalla el verbo,
anidando en tu vergel, todo arrebato:
golondrina de mi cuerpo, que dilato
en el rubio trepidar, mi Sol es ciervo…

Estallido de mi verso, de mi Arte,
por la pluma de tu amor, soñarte…