Tu desvelo

Tu desvelo

A leguas, mella tu arte, la juventud que reclama
ponderosamente ama, el lunar que se enjuta,
a disfrutar de una dama: en otros brazos ella ama
cual la cadencia que obtuvo, el manantial que disfruta
en otro mar ella cambia: el aguacero de luna,
dulcísima fortuna, en otra impronta, devana
por coloquial, el abismo, se trueca en egoísmo,
la facultad de sus manos, en otro acero, en sí mismo…

Atardecer no es fecundo, hacia distante panoja,
delicadamente escoja, la plenitud, la palabra,
por esmerar ya la selva, ó prontitud de su claro,
en agonía a mi faro: relumbra de su obra,
galantísimo discurso, en otro süave hortelano
edificando su impronta, por juvenil artesano
en otro tamo que hesita, vulgar de su zozobra,
a desigual palabra cita, de su cortejo que nombra…

En su retórica, digo, la palabra de su amigo,
por vulnerar la sorpresa, estrechando, vagabundo
su gentil mano en la huesa; por esperar lo segundo,
que a virtud no se encarama, virginidad que persigo,
en otro vuelo lo digo: por separar de su dama,
en otra cita, su arte, por jamás confabularte
ni admirar en otra cruz: por pordiosero dilema,
en otro suave erotema, aduciendo con soñarte…

La vanagloria a mi poema, en otro suave discurso,
por agraviar el verano, de su constante silencio,
ó en otro esbelto transcurso, desnudar lo que ansío:
en otra mano, albedrío, de su boca, que en mi curso
palabra hesita a su verso, por admirar de su claro,
agonía de su faro, que su virtud soberana
en otro manto irradiara, por letanía mundana,
ó ya el abismo lo mate, vanagloria el acicate, etc…

…Fue su congoja a morirse, ó en mis brazos ya los mares
a confundirse en altares, desiguales de sus ramos:
ó en hortelanos fracasos, de su éxito tremados,
en el jolgorio a mis noches, de sus rubias y telares,
por adueñar sus doseles, del que temple de los lares,
en otras noches se vuelve, y su gemido persuades…
Fue mirada altiva, extinta, por soberano casual,
admitancia del lugar, por conocer al artista,

De su nombre hasta su ciencia, su alma entera desune
todo el manto de su Obra, por artesa vulnerable,
en otra estera afable, ruiseñora hay, si vaga
en la epopeya a su zaga: a la virtud que va ella,
por coloquiar una estrella, etc.