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por Dulzura en tus jazmines…
El Oro de tu luz, en tu verde blancura,
adopta el murmullo, rocío de tu estrella:
que en la sombra anticuada de tu dócil bravura
estima brillante, lo que fue aun más bella…
Recado, tonsura, pertinente desvelo,
asombra en lentitud, lentitud de tu claro,
que de tu rostro envuelto, en la dulzura, gemelo
otea en su búsqueda, el color de su faro…
Desnudo color, que tu piel ilumina,
con el color que aglutina, tu ferviente doncella,
avaro entre sombras, y entre sombras, declina
tu gemela locura, al pie que descabella…
Iluminado color, que tu rostro desnuda:
aliciente de tu voz, que procura extasïarme,
licor de dolor, que tu rostro me anuda,
derogando mi flor, tan distinta de amarme…
El color de tus piernas, ilumina tus pies,
y fecunda divina, la blancura del cirio,
el rostro enmudece, continente delirio
de sombras de prez, arrojándome, enfríes…
Sostenida belleza, a tu piel que ilumina,
mi sombra destina, al color de frambuesa,
sostenida belleza, desnudo albor, empina
el color, tan desnuda, de tu sombra turquesa…
Arrojándome, ciñes, el color más fecundo,
que devana la bruma, más desnuda del lirio:
continente delirio, que tu sombra, iracundo,
hace mella en tu flor, tan desnuda, martirio…
Son tus pies más desnudos, cuando besas el aire
que sostiene mi pluma, vulnerando desaire,
en el rostro de albor, que tu lúdica enseña:
al pretil de mis bucles, horizontes despeña…
Contenido rubor, que mirada extasía,
en el rostro prudente, de mi amor, hidalguía
sedienta en tu amor, en tu rostro perfuma,
la distancia a tu voz, de la miel que presuma…
Oro cauto amanece, de tu luz, boca clara,
conteniendo la voz, de tu sombra más clara,
en el rostro bermejo, que el rubor nunca pinta,
perfumando, amanece, de tu sombra distinta…
Alejando el color, tus jazmines encienden:
penetrando fragancias, que a tu boca contienden…
Encendiendo tu luz, tus colores ascienden,
respirando perfumes, que tu boca desprende...
El Oro de tu luz, en tu verde blancura,
adopta el murmullo, rocío de tu estrella:
que en la sombra anticuada de tu dócil bravura
estima brillante, lo que fue aun más bella…
Recado, tonsura, pertinente desvelo,
asombra en lentitud, lentitud de tu claro,
que de tu rostro envuelto, en la dulzura, gemelo
otea en su búsqueda, el color de su faro…
Desnudo color, que tu piel ilumina,
con el color que aglutina, tu ferviente doncella,
avaro entre sombras, y entre sombras, declina
tu gemela locura, al pie que descabella…
Iluminado color, que tu rostro desnuda:
aliciente de tu voz, que procura extasïarme,
licor de dolor, que tu rostro me anuda,
derogando mi flor, tan distinta de amarme…
El color de tus piernas, ilumina tus pies,
y fecunda divina, la blancura del cirio,
el rostro enmudece, continente delirio
de sombras de prez, arrojándome, enfríes…
Sostenida belleza, a tu piel que ilumina,
mi sombra destina, al color de frambuesa,
sostenida belleza, desnudo albor, empina
el color, tan desnuda, de tu sombra turquesa…
Arrojándome, ciñes, el color más fecundo,
que devana la bruma, más desnuda del lirio:
continente delirio, que tu sombra, iracundo,
hace mella en tu flor, tan desnuda, martirio…
Son tus pies más desnudos, cuando besas el aire
que sostiene mi pluma, vulnerando desaire,
en el rostro de albor, que tu lúdica enseña:
al pretil de mis bucles, horizontes despeña…
Contenido rubor, que mirada extasía,
en el rostro prudente, de mi amor, hidalguía
sedienta en tu amor, en tu rostro perfuma,
la distancia a tu voz, de la miel que presuma…
Oro cauto amanece, de tu luz, boca clara,
conteniendo la voz, de tu sombra más clara,
en el rostro bermejo, que el rubor nunca pinta,
perfumando, amanece, de tu sombra distinta…
Alejando el color, tus jazmines encienden:
penetrando fragancias, que a tu boca contienden…
Encendiendo tu luz, tus colores ascienden,
respirando perfumes, que tu boca desprende...
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad
» Mujer -reclamo tus rosas-
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» Desnuda cadencia...
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