Y ya sereno

Y ya sereno

Quejumbre, tempestad, el solo día:
negada sombra es la que vuelve al claro,
para saciar declamas negro el faro
y a lo inmortal, la nube orienta bría.
Tu rostro amable se funde sin risa,
guarida de la furia en el desvelo
y toma y arde, lecho que estiliza
imagen no, retórico su vuelo,
caduco amante, sílaba mundana
anida el sueño, peste sin veneno,
ardor la nieve, nace entre su cana
mirada velan, pues, y ya sereno…

                            Aquella golondrina muda asombra,
                            latido de esperanza, ya te nombra.



Muda si la palabra vuelve eco,
de la tormenta, en otra, la herrería
el solo duelo, goza si depreco
contra la nieve, bruma me hundiría…
                            Blasón fortificado contra el frío,
                            desnuda el ala, y mece en el estío…