Aleve canto de última guitarra,
desnudo encierro, en bosque, adamantino
por la real estepa del claro en el camino
tu luz no queda, murmullo de cigarra…
Bermeja lucha de pasión última cara
que luna agría en sombra, en la muralla
sola y sedïenta, cual copla de batalla
de luz y fuente, cardumen, cerro, vara…
De luz endrina, de joven ruïseñor
endeble espira, carbunclo vegetal
aleve, endrina cual copia en el trigal
tu solo cedro de canto a mi dolor…
De sol de noche, de luna en su esplendor
a letanía de bruma acicalada
de pueblerina rosa, del color
de tu cintura de nïeve, lacerada…
De plata oscura, en tus ojos, bienamada
de sólo rosas tu perfume de silencio
de llano albogue y suntüoso oro pronuncio
de mil celadas noches, la luna iluminada...!
De rojos toques brunos, la bruna espada alce
de la marëa el rayo cele su pronta luz, impronta
de tu bermeja rosa trunca, a mi laúd alcance
tu solo ciego embate de mi gallarda monta,
Acicalado vüelo de mi sol frente al estanque
de sostenido anzuelo, tu beso, tu rocío
enamorado, mío, de tus ojos, tu vacío
de ti, mujer de noche, de albura que me afinque…
Velada en tu silencio, desvelo en tu cintura
aleve tu soltura de mi pasión enclenque,
de mi futura sombra inerte, de mi pajiza holgura
semántica futura de mi rocín helado, yunque
de mi motor de bruces, de soles en el hielo
abigarrado vüelo de mi luz en el atisbo
de mi bermeja luna, de luz en tu pañuelo
cual solo terciopelo, en tus labios beso albo…
Herrumbre nacarada de océano en tu pelo
de mi desmesurada canción frente a mi anhelo
de tu fraguada ultranza, de voz frente a mi celo
undosa algarabía de mi amor frente a mi vüelo…
Endecha, canto, süeño, estero a mi confïanza,
de mudo ruiseñor, de estío verbo trueca
galardonado cirro, albura, donde destiñe alianza
tu fornitura, helecho, de sol frente a mi cueca…
Deslumbre, azor, plegaria, de mi debate en olas
cardumen en guitarra de mi contorno alaba
mis dos doncellas, viento, mis lejanías solas
baldando frente al viento, su juventud lloraba…
De rüin espera en gotas, de mi madeja hablaba
aquella lenta huida de mi velamen mudo
cual rima tan gentil, océano al desnudo
de mi confrontación al roble que se alaba…
Tu gentileza ciñe, mi corazón, endecha,
tu noble pira endulce, con el carbón, mi flecha...!
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