De lo que somos
Pero no, pero es que esto está mal, no somos rosas,
ni minerales ni océano encerado,
no somos cifras de futuro o muerte,
apenas hombres, sólo eso somos, sólo humanos,
parados en la tierra poderosa,
apenas barro tal vez, ya carne y hueso
de un alma en que sangrar, andar, decirnos
aquello que no va a decirnos nadie,
y un ojo en que observar aquella elipse
que las tardes producen en tu anhelo,
en tu reconciliarte con las sombras altas
y entender a la luz de la primera estrella
que nada hay que perder, sólo si luchas,
sólo si partes respondiendo a tu estatura,
y al ser original, al nuevo canto
de eterna concreción de lo que un sueño
te ha dicho que te espera si luchas por lograrlo.
No somos novedad de pieles fugitivas,
ni pájaros de arroz que los gusanos ya devoran,
somos el pan que le ofrecemos al que viene,
ese que viene cuando en nosotros arde el hambre,
somos el fuego que escapa de la nieve
y la misma nieve que beber cuando sudamos,
estamos para amar parados en la esfera
y no hay nada que hacer, sino seguir con la victoria,
esto es con la pasión de levantarnos cada día
demostrar que al fin algo más cerca está el futuro,
algo más lejos el dolor, algo más dentro
la férrea convicción de que algo más somos que rosas,
y que algo menos, por supuesto, y es por eso
que espinas y semillas hay también en nuestro canto.
Somos el sol que se hizo piel labios adentro,
dejémoslo brillar con la palabra y con el grito,
con la sonrisa al fin de ya encontrarnos a nosotros
y con el beso, sobre todo, con el que te amo
y nos amamos para honrar esta verdad de lo que somos.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
25 04 14
Pero no, pero es que esto está mal, no somos rosas,
ni minerales ni océano encerado,
no somos cifras de futuro o muerte,
apenas hombres, sólo eso somos, sólo humanos,
parados en la tierra poderosa,
apenas barro tal vez, ya carne y hueso
de un alma en que sangrar, andar, decirnos
aquello que no va a decirnos nadie,
y un ojo en que observar aquella elipse
que las tardes producen en tu anhelo,
en tu reconciliarte con las sombras altas
y entender a la luz de la primera estrella
que nada hay que perder, sólo si luchas,
sólo si partes respondiendo a tu estatura,
y al ser original, al nuevo canto
de eterna concreción de lo que un sueño
te ha dicho que te espera si luchas por lograrlo.
No somos novedad de pieles fugitivas,
ni pájaros de arroz que los gusanos ya devoran,
somos el pan que le ofrecemos al que viene,
ese que viene cuando en nosotros arde el hambre,
somos el fuego que escapa de la nieve
y la misma nieve que beber cuando sudamos,
estamos para amar parados en la esfera
y no hay nada que hacer, sino seguir con la victoria,
esto es con la pasión de levantarnos cada día
demostrar que al fin algo más cerca está el futuro,
algo más lejos el dolor, algo más dentro
la férrea convicción de que algo más somos que rosas,
y que algo menos, por supuesto, y es por eso
que espinas y semillas hay también en nuestro canto.
Somos el sol que se hizo piel labios adentro,
dejémoslo brillar con la palabra y con el grito,
con la sonrisa al fin de ya encontrarnos a nosotros
y con el beso, sobre todo, con el que te amo
y nos amamos para honrar esta verdad de lo que somos.
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