Porque aún te canto
Quiero que te enamores de un poeta,
no de mi, por supuesto, yo no cuento,
yo todo lo que tuve te lo he dado
y era tan poco, que apenas lo leíste,
de un poeta, te digo, de uno que ande
perdido en callejones sin destino,
vestido de marino o de mareas,
que alcance con pensar todo infinito,
que al pedir vino y arroz te lo de todo,
que a cambio nada pida, sino el alma.
Quizá ni sepa aún que es un poeta,
perdido en sus oficios oficiales:
ministro, vengador, chofer de taxi,
empleado de las fábricas del viento,
pero tú lo sabrás, tú que conoces
tras verme a mí vagar, morder estrellas,
sabrás que en aquel hombre va todo hombre,
que en aquel soñador sin alas ni ángel
te espera nada más que el beso tibio,
el sexo en el balcón, las suaves noches
de hablar y hablar sin más que la alta luna,
o sólo de dormir, porque mañana hay que hacer turno.
Entonces le dirás que no te deje,
que no te escriba, pero sí sueñe contigo,
que sea puntual a la hora de la cita,
que traiga flores, o mejor un buen caballo,
le dirás que te ame, porque amarte
es para ti un honor y para él todo,
no quieres nada más que el universo,
no ofreces nada más que tu sonrisa.
Yo quiero que sea así que te enamores,
porque cuando yo fui el seleccionado
te lo di todo y resultó ser imposible,
mi verso no bastó, yo era poeta,
tenía por color verbos y rimas,
cansancios, laberintos, ilusiones
y un cielo que forjar lodos adentro
y un solo porvenir llamado verso.
No fui el poeta aquel que precisabas,
demasiadas metáforas para llegar a fin de mes,
demasiado valor para creer que fuera cierto.
Por eso cuando encuentres al que sigue,
a aquel que haga bolitas con la hoja en blanco
y firme pagarés y cheques, cuotas,
como si autografiara mil sonetos,
cuando en vez de romances y hemistiquios
te entregue el porvenir vuelto sortija,
entonces di yo quiero enamorarme,
entonces di yo quiero hacerte mío.
Que yo, sin que me hablaras, tal oía,
te vi, te amé, me di sin esperar palabra.
No fui el poeta, sin embargo, de tu libro de oro,
cuando lo encuentres lo sabrás, te lo repito,
yo no lo fui, lo sé, porque aún te canto.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
02 02 14
Quiero que te enamores de un poeta,
no de mi, por supuesto, yo no cuento,
yo todo lo que tuve te lo he dado
y era tan poco, que apenas lo leíste,
de un poeta, te digo, de uno que ande
perdido en callejones sin destino,
vestido de marino o de mareas,
que alcance con pensar todo infinito,
que al pedir vino y arroz te lo de todo,
que a cambio nada pida, sino el alma.
Quizá ni sepa aún que es un poeta,
perdido en sus oficios oficiales:
ministro, vengador, chofer de taxi,
empleado de las fábricas del viento,
pero tú lo sabrás, tú que conoces
tras verme a mí vagar, morder estrellas,
sabrás que en aquel hombre va todo hombre,
que en aquel soñador sin alas ni ángel
te espera nada más que el beso tibio,
el sexo en el balcón, las suaves noches
de hablar y hablar sin más que la alta luna,
o sólo de dormir, porque mañana hay que hacer turno.
Entonces le dirás que no te deje,
que no te escriba, pero sí sueñe contigo,
que sea puntual a la hora de la cita,
que traiga flores, o mejor un buen caballo,
le dirás que te ame, porque amarte
es para ti un honor y para él todo,
no quieres nada más que el universo,
no ofreces nada más que tu sonrisa.
Yo quiero que sea así que te enamores,
porque cuando yo fui el seleccionado
te lo di todo y resultó ser imposible,
mi verso no bastó, yo era poeta,
tenía por color verbos y rimas,
cansancios, laberintos, ilusiones
y un cielo que forjar lodos adentro
y un solo porvenir llamado verso.
No fui el poeta aquel que precisabas,
demasiadas metáforas para llegar a fin de mes,
demasiado valor para creer que fuera cierto.
Por eso cuando encuentres al que sigue,
a aquel que haga bolitas con la hoja en blanco
y firme pagarés y cheques, cuotas,
como si autografiara mil sonetos,
cuando en vez de romances y hemistiquios
te entregue el porvenir vuelto sortija,
entonces di yo quiero enamorarme,
entonces di yo quiero hacerte mío.
Que yo, sin que me hablaras, tal oía,
te vi, te amé, me di sin esperar palabra.
No fui el poeta, sin embargo, de tu libro de oro,
cuando lo encuentres lo sabrás, te lo repito,
yo no lo fui, lo sé, porque aún te canto.
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