Desierto aroma

Desierto aroma, que anoche cede y ama
locura permanente en el desierto
sobre el desliz de amianto poderoso se haga cierto
luna soez y blasón de campanario...
Desnudo aroma que carcome plata al cerro
de la plata al trovador de mil encierros
donde debate el oro mar cubierto,
azorador de mi debacle, sol desierto...

Sol que no anochece en la paloma
se vislumbra un ciego despertar
reclina y süeña mudo engaño no despierto
aleve herrumbra sin grano en un maizal...
Desnudo aroma que encubre la distancia,
desnuda cifra de sol, de noche y loma
que acaudala el sol, muda carcoma
y encïerra el ala perdida del zorral...

Enhebra engaño sobre el vientre de las uvas
que lastimeras se hacen polvo de sí mismas,
y en la ubre de las nubes, sobre el cielo
se hacen mares los anzuelos que se afirman...

De sí misma encuentra nieve la panoja
helando cauta noche, albor, risüeña
y en la celada de la noche se despeña
cardumen, cielo, ósculo que brava...
Pasión emerge desnuda en las arenas
ribete oscuro, tenor, tenor a cuestas
que de ti brava un león y se pondera
adusta, breve, jazmín que no latiera...

Eleva dócil caudal que no es engaño,
latir la selva de su mudo acantilado
degusta sonrosado sol de sol inmerso
caliginoso espasmo, sutil verso...
Declamaciones en el oro de lo altivo, sobre mudeces que hacen sombra mi resguardo
serena ostia que reclama lo perdido
y recupera el agua en sol, lo sumo en vino...

Arredal que no sueña en mi cisterna, ubicua noche que se gime sin el süeño,
marmórea pena que se clava y se libera, haciendo noche del engaño, del sofisma...

Mas la palabra que se hunde y reverbera,
en llanto en ardor, en cuna alegre,
adusta vuelve y se prepara y nunca emerge
de su latido en la comarca de mi hueste...

Azora el ángel,
trepidante süeña

hervor, latido, sonrisa hecha de sílice y verbo

endecha, jacinto, sobre el mal desnudo
eleva el hacha su desnudo...

A mar que abreva de sí mismo y se desluce
de su fragancia rota, de sol hundido en crestas olas

se va, se trova la silente estrofa,
hundida en alas de sol, nevada dora...

Enluce el aliciente
marmóreo pez helado
sobre el cristal acantilado, plata emerge, plomo silba
de su tenor fragante la ocasión desnuda

aleve calla
su prisión

su llanto enluta.