Mar desierto

Mar desierto

Mar desierto, trunco albor, mar de esmeralda,
Mar desierto, sin sabor, palabra innata:
Mar desierto, sin tu voz, palabra esbelta
cadencia firme, La Perfecta, mar de agonía.
Petrificado, sin tu sombra, me despierta,
palabra va, ó menos, si esboce en puerta
de finitud, orilla, Mar a cubierta,
de voces ledas, sin crisol, de boca alerta.

Desierto Mar, en prontitud, ya sin especias
la boca ecuánime al dolor, de boca en puerta,
demanda quejas, ó carbunclos despiadados
la sombra pena, sin tu flor, voz preparados…
De sombra en Queja, de Relámpago, de fiereza
la sombra quema, sin tu flor, del Mar a quejas,
la sombra en Rejas, sin tu voz, de dïurna estirpe
palabra firme, de tu sombra, candilejas…

Voz trepanada, en el Muro, en la baguala
de lecho firme, sin tu don, perplejo Quita,
palabra excita, de tu sombra de antesala
la Voz idéntica al Mar, Mar de bengala…
De boca firme, ya de ósculo, prendada
ó la silüeta de éste mar, acobardada,
intonsa nuez, no del color, desorbitada
que me antecede sin la Voz, voz de Palabra.

Boca paupérrima, y pecho contraído,
sólo levanta ya la Queja vulnerada
no de roído, sin la sombra que te espeja,
en sombra y queja, ya la sombra, encarcelada…
De labio estéril, no de boca, confrontada,
la dïurna sierpe, de tu sombra encarcelada,
en otra mella, sin tu forma, sin Acequia,
del Panadero de tu sombra, que te obsequia…

Sola y espejo de la ruin copla del ave,
ya no marmórea, ante la flor, de dïurno enclave:
Ó ya situado aquél albor, en entelequia,
tan bruma hostil, que la demanda apremia…
Sola, sitüada, sin la flor, de rojo premia
cadencia Rosa, ya no perfecta: la más bella,
en otra flor, idéntica a su estrella,
tan ruina afable, sin loor, sin sola queja…

Otro buril, imparte nuevas formas,
cadencia, estrofas, vulnerables, no deformas…