Mujer de oro donde la luna te atraviesa
en la plata iridiscente de tu pecho
y en tu luz, se luce el pájaro que aviesa
su figura sostenida muestra el canto deshecho,
mirlo que en la pena a tu sonrisa es alegría
y dibuja pleitesía nacarada de tu voz
por donde las guitarras de tu verso oiría
brisa y ya despecho de tu pecho y de tu hoz…
Hábil labradora que el encanto desoye
y prístina se amura un desvarío ya diamante,
por donde la cigüeña de tus alas, penetrante
escoge de las sombras la voz que aún me oye…
Brisa de alba eleva el canto a tu nocturno cirro
y en tu cintura se devana el oscuro dial alado
que la sombra de tu cuerpo sol esbirro
nace al ser tu flor cadente enamorado…
Luces en las gavias de tus pies brillantes
sólo fueran gráciles venablos imitando
aquellos dotes de pasto que fue dando
el gusto de tu miel, desnuda te levantes…
En mirífico arte de tu bruma hostiga
el verano de tu mano amiga
que deshoja nïeve y tenor brillante
a su brillante flor de la desnuda amante…
Tu paso encïerra la luz de aguas esbeltas,
en lecho río de su sol, aumenta
su goce es quïeto ardor de una tormenta
que luce la bandada, primaveras celtas…
Olëaje duro, prominente, bello
nacarado, adusto, sin su flor, destello
que ahora muere en tu pecho murmurando
la gloria al corazón, agonizando…
De tu baluarte quimeras darse el mar asir no puede
de su congoja lastimera a tu rotundo dial, estrella
que aún desde tus brazos, sombra bella
inhóspita a tu cuna de tu regazo cede…
Y el mar, que oscila breve, adueñándose del valle
en vaga distinción ostentando su coraje
es Sol al agua, llano, de fulgor, hacia el paraje
de su rumor a cuestas que sólido, me calle…
Anieva ruin desmedro, confusa mente osada
de su limón aleve de su sol lenta pisada,
de su sabor que encima calma la sed oriunda
de aquéllos montes breves de su pasión profunda…
Enero y ya noviembre, de su luna acantilada
fue fervor de fantasía su plata enamorada
de tu piel, Estrella, de tu alba que no iguala
aquél desnudo plectro que ha dejado tu antesala…
Bravío mar se atreve, y en sombras oro nace,
perfume en tu semblante, caudal que te renace…
Ayer a las 7:07 am por jorge enrique mantilla
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