Sombra tenue, murmura llanto al verso,
la vendimia del ozono al sol inmerso,
distinto del velamen que se anuda
crepitando en el maizal nevada luna…
Distinto llano, acorde donde muda
y la sombra vitupera la vanguardia: una
sinergia que vuela en la mañana
a sola sombra dé, tu voz temprana…
Esmera pulcra y lista en el semblante
de su causal no llama, hiere de improviso
como el ardid de la llama que cava un sol sumiso
en el ardor de la palabra y fuego en el instante…
Azora cambio levo claustro sin centella
ufana no pernocta, rüin, bajo la estrella
del obsecuente lado que se exime en la ballesta
de una ardua noche en celo donde asesta…
Quimeras grávidas no moran, sincopan el semblante
rumiado, esplendoroso, tan último que adviene
la sombra sin igual el llanto tiene
morfología en su cabestro lúdico soñante…
Decrépito furor de sombras cinceladas en las dunas
donde accede en mi velamen, mi destierro en las lagunas
acero que se luce si no es brisa la mazmorra
del acierto de la bruma, huida de una zorra…
Aleve canto endeble, penúltimo y ligero
cual escarpa en tu función cuasi desnudo el tero
y se evade de sü flor, de su legítima bandurria,
no es helada la proeza, a su flor, a su centuria
la pradera es el aliento del sofoco de su gloria
donde desnudo el ave clama, y se goza en su desnudo
oropel de oro canoro, y resguardo de su eüforia…
Así tan leve y dócil el vüelo aclara, raudo…
Espumoso en su bandera de océano en el vïento,
aclara en el sustento su voluntad perdida,
y encuentra sacudida en el glorioso aliento
su flor y su distante doncella percudida…
La nïeve de sus pasos es oro en los laúdes
y aclara en su desnudo el légamo desnudo
aleve de su talla, mirífica en virtudes
ocio que repara la voz cuando estornudo…
La llave tiene alas en su pecho de quimera,
y es seráfica la forma de su pecho en la ribera
aclara con su manto su destierro en la pradera
nos fuimos de paseo como un clavel pudiera…
El alba fue mis ojos, y su luz una escalera
para alcanzar la llave tan desnuda como ella
y su tacto siempre es flor como cadencia encïerra
la voz en su muralla de voz donde querella…
Azora con su plectro, y brava aún en noche
quimera resguardada de sutil tramo de flores
donde leva el paraíso, discurso en sus amores
y aquél tramo de rosas donde düerme mi fantoche…
Desuno su clamor tan distinto como el mío
enhebro en su racimo el oro orfebre de su canto
donde desnudo de su llanto, aleve y en su trío
descubre humano pincel, que enseña tanto...!
Vaga distinción, claro al aroma de su río,
así tan tenue fue, mi perfume en el estío…
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