Era la huella tu pie incierto,
caliginosa bruma el verbo amado,
donde lucía el alba el desconcierto
la sombra tu trigal al sol helado...
Fragante beso reclinado, en andas tu figura sobre nieve,
inmortal belleza tu canción eleve
dosel de espuma tu fragancia cierta,
oculta abreva mi mirada alerta...
Tu caricia en vano mueve tea en noche,
y tu suspiro libe en torno a mi suspiro
total y aciago en éste amor yo luche
mientras el alba cede, la claridad retiro.
Bermeja boca a lo escarlata aspiro,
donde la suave rosa desnuda el desatino
noviembre te desnuda en el albor y en tino
desnuda no eres más que la sombra en que deliro...
Oculta puedes más que tu pecho sobre noche,
anidar en la caricia que hace prosa mi poesía
hundida en el invierno donde el alba relucía,
cegada en el asombro que tu manantial derroche...
Tu piel se va conmigo y se duerme en el otoño,
donde canta tu verano y son miel todas las flores,
y desnuda mi cabello al viento en tu retoño,
mirándote a tus ojos subliman mis dolores...
Tu leve paso diera Primaveras en el hielo,
y tu boca no prohíbe sensaciones del estío
tus ojos no se acaban en el cielo
y tu llanto es la lluvia que poblara el brío.
Inmerso en tu mirada llamaste mi desvelo
caliginoso, umbrío, y llama entre tu néctar
donde süave entonan las alas de tu pelo
y tu voluntad de nïeve es oro en un altar.
Durmióse tu elevada cuna, en ámbar glorioso,
la sombra de tu goce fue nevada, beso.
caliginosa bruma el verbo amado,
donde lucía el alba el desconcierto
la sombra tu trigal al sol helado...
Fragante beso reclinado, en andas tu figura sobre nieve,
inmortal belleza tu canción eleve
dosel de espuma tu fragancia cierta,
oculta abreva mi mirada alerta...
Tu caricia en vano mueve tea en noche,
y tu suspiro libe en torno a mi suspiro
total y aciago en éste amor yo luche
mientras el alba cede, la claridad retiro.
Bermeja boca a lo escarlata aspiro,
donde la suave rosa desnuda el desatino
noviembre te desnuda en el albor y en tino
desnuda no eres más que la sombra en que deliro...
Oculta puedes más que tu pecho sobre noche,
anidar en la caricia que hace prosa mi poesía
hundida en el invierno donde el alba relucía,
cegada en el asombro que tu manantial derroche...
Tu piel se va conmigo y se duerme en el otoño,
donde canta tu verano y son miel todas las flores,
y desnuda mi cabello al viento en tu retoño,
mirándote a tus ojos subliman mis dolores...
Tu leve paso diera Primaveras en el hielo,
y tu boca no prohíbe sensaciones del estío
tus ojos no se acaban en el cielo
y tu llanto es la lluvia que poblara el brío.
Inmerso en tu mirada llamaste mi desvelo
caliginoso, umbrío, y llama entre tu néctar
donde süave entonan las alas de tu pelo
y tu voluntad de nïeve es oro en un altar.
Durmióse tu elevada cuna, en ámbar glorioso,
la sombra de tu goce fue nevada, beso.
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