La canción busca camino
¿Para qué será la tierra
si en las nubes ando yo
y el cielo para qué brilla
si no escucha mi oración?
Unos la comen por pobres,
otros la cercan por lujo,
los más como en un dibujo
ven sus contornos salobres.
Mucho afán y pocos cobres,
así es esta vida perra,
se nace como a una guerra
entre llanto y padecer,
y se muere sin saber
para qué será la tierra.
No es para hacernos felices,
que hasta el gran amo se queja,
ni es reino de ley pareja,
que en todo tiene matices.
No hay surco, flor, ni raíces
que el hombre no tuerza, no,
por eso mi árbol cayó
sin frutos para estos labios
que a mi apuntan sus agravios
si en las nubes ando yo.
Y allí vago, pues no entiendo
qué se pretende en el mundo,
si es morir, todo es fecundo;
si es vivir todo es muriendo.
Así es que al ser me sorprendo
sin saber cuál es mi orilla,
la vida y su maravilla,
la muerte y su gran espanto,
no sé ni para qué canto
y el cielo para qué brilla
Busqué la ayuda en el río,
pero en su rumor se aleja,
busqué en la hiedra y su reja,
pero subió lejos mío.
En el hermano me fío,
pero, en tanta confusión,
él mismo no oye su son
ni el pulso de su tristeza,
y así pues fallo en la empresa
si no escucha mi oración.
Finalmente me convenzo
de que en todos hay tiniebla,
por vencerla mi voz puebla
su dolor de algún comienzo.
Comparto aquí lo que pienso,
lo que siento y lo que auguro
un amor que en su conjuro
nos enseñe a ser humanos
y en la tierra como hermanos
a buscar juntos futuro.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
08 12 12
¿Para qué será la tierra
si en las nubes ando yo
y el cielo para qué brilla
si no escucha mi oración?
Unos la comen por pobres,
otros la cercan por lujo,
los más como en un dibujo
ven sus contornos salobres.
Mucho afán y pocos cobres,
así es esta vida perra,
se nace como a una guerra
entre llanto y padecer,
y se muere sin saber
para qué será la tierra.
No es para hacernos felices,
que hasta el gran amo se queja,
ni es reino de ley pareja,
que en todo tiene matices.
No hay surco, flor, ni raíces
que el hombre no tuerza, no,
por eso mi árbol cayó
sin frutos para estos labios
que a mi apuntan sus agravios
si en las nubes ando yo.
Y allí vago, pues no entiendo
qué se pretende en el mundo,
si es morir, todo es fecundo;
si es vivir todo es muriendo.
Así es que al ser me sorprendo
sin saber cuál es mi orilla,
la vida y su maravilla,
la muerte y su gran espanto,
no sé ni para qué canto
y el cielo para qué brilla
Busqué la ayuda en el río,
pero en su rumor se aleja,
busqué en la hiedra y su reja,
pero subió lejos mío.
En el hermano me fío,
pero, en tanta confusión,
él mismo no oye su son
ni el pulso de su tristeza,
y así pues fallo en la empresa
si no escucha mi oración.
Finalmente me convenzo
de que en todos hay tiniebla,
por vencerla mi voz puebla
su dolor de algún comienzo.
Comparto aquí lo que pienso,
lo que siento y lo que auguro
un amor que en su conjuro
nos enseñe a ser humanos
y en la tierra como hermanos
a buscar juntos futuro.
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