LA REVOLUCIÓN DESDE EL AMOR

deliapc escribió:

En tierras del Alto Perú se abrió tu flor…
mestiza valerosa,
piel morena con grandes y abismales ojos,
con una mirada donde refulgía
un sueño libertario
para la América indómita
de selvas vírgenes y arenales infinitos…

¡El amor traspasó tu vida!
Como una llama ardía
y en inmenso abrazo abarcaba
a tu compañero, hijos,
Patria y Revolución
.
Tu grito las montañas devolvieron en eco,
por todos aquellos que carecían de voz.
A pesar de las tinieblas
que devoraron a tus cinco amores,
no te doblegaste,
la figura enhiesta no declinó,
ni acallar pudieron
la espada invencible que blandías.

Con la vida ensanchando la cintura
y montada en brioso caballo
hendías, cabellos al viento,
torbellino de coraje y pasión,
el aire americano.
.
Quedaron tus huesos
en ignoto páramo
compartiendo tenebroso osario
con restos, como los tuyos, ignorados;
el puño vigoroso ya rendido,
disueltos todos los límites
en un caos subterráneo.

General de la Patria…
Mi alma te rinde homenaje
con esta humilde pluma
que, en tu honor, enarbolo.

deliapc escribió:

En tierras del Alto Perú se abrió tu flor…
mestiza valerosa,
piel morena con grandes y abismales ojos,
con una mirada donde refulgía
un sueño libertario
para la América indómita
de selvas vírgenes y arenales infinitos…

¡El amor traspasó tu vida!
Como una llama ardía
y en inmenso abrazo abarcaba
a tu compañero, hijos,
Patria y Revolución
.
Tu grito las montañas devolvieron en eco,
por todos aquellos que carecían de voz.
A pesar de las tinieblas
que devoraron a tus cinco amores,
no te doblegaste,
la figura enhiesta no declinó,
ni acallar pudieron
la espada invencible que blandías.

Con la vida ensanchando la cintura
y montada en brioso caballo
hendías, cabellos al viento,
torbellino de coraje y pasión,
el aire americano.
.
Quedaron tus huesos
en ignoto páramo
compartiendo tenebroso osario
con restos, como los tuyos, ignorados;
el puño vigoroso ya rendido,
disueltos todos los límites
en un caos subterráneo.

General de la Patria…
Mi alma te rinde homenaje
con esta humilde pluma
que, en tu honor, enarbolo.