Décimas para unir lazos
Compadre, la noche avanza,
las piedras mueren de frío,
los ojos en el vacío
se clavan como una lanza.
Vuelve a tu cuerpo, descansa,
deja la duda en la calle,
que el amor ciña tu talle
y aleje la desventura,
compadre, en ciudad impura,
sean tus sueños un valle.
El cuándo lo sé de ayer,
el dónde ocurre aquí mismo
y el por qué es el egoísmo
y el cómo es dentro del ser.
Sólo me falta saber,
compadre, si estás conmigo,
ni a solas se siembra trigo,
ni a solas se sirve el pan,
pero míralos cual van
por miles sin un amigo.
En cambio tienes mi mano,
mi mesa, mi coincidencia,
la vida es la gran presencia
y en ella busco el verano.
Mi amistad trae su grano
y el surco está en tu sonrisa,
la tierra carga ceniza
de dolores ya dormidos
y es tiempo de nuevos nidos
para el futuro y su brisa.
Al final de un día oscuro
siempre hay razón para el fuego,
noches frías, sin sosiego,
ya traerán un sol puro.
Hermanos, yo lo aseguro,
de uno a otro va la vida,
se alivia el mal enseguida
si se reparte la carga
y hasta la voz más amarga
halla una cura a su herida.
Compadre, pues, ven al canto,
la gente espera tu entrega,
la vida es un pan que llega,
y repartirlo un encanto.
Mi amigo, trae tu manto
de sueños, puños y llamas,
juntemos tras tantos dramas
los frutos de la alegría
y empieza este nuevo día
sabiendo que te aman y amas.
15 07 12
Compadre, la noche avanza,
las piedras mueren de frío,
los ojos en el vacío
se clavan como una lanza.
Vuelve a tu cuerpo, descansa,
deja la duda en la calle,
que el amor ciña tu talle
y aleje la desventura,
compadre, en ciudad impura,
sean tus sueños un valle.
El cuándo lo sé de ayer,
el dónde ocurre aquí mismo
y el por qué es el egoísmo
y el cómo es dentro del ser.
Sólo me falta saber,
compadre, si estás conmigo,
ni a solas se siembra trigo,
ni a solas se sirve el pan,
pero míralos cual van
por miles sin un amigo.
En cambio tienes mi mano,
mi mesa, mi coincidencia,
la vida es la gran presencia
y en ella busco el verano.
Mi amistad trae su grano
y el surco está en tu sonrisa,
la tierra carga ceniza
de dolores ya dormidos
y es tiempo de nuevos nidos
para el futuro y su brisa.
Al final de un día oscuro
siempre hay razón para el fuego,
noches frías, sin sosiego,
ya traerán un sol puro.
Hermanos, yo lo aseguro,
de uno a otro va la vida,
se alivia el mal enseguida
si se reparte la carga
y hasta la voz más amarga
halla una cura a su herida.
Compadre, pues, ven al canto,
la gente espera tu entrega,
la vida es un pan que llega,
y repartirlo un encanto.
Mi amigo, trae tu manto
de sueños, puños y llamas,
juntemos tras tantos dramas
los frutos de la alegría
y empieza este nuevo día
sabiendo que te aman y amas.
15 07 12
Dom Mayo 05, 2024 8:02 pm por caminandobajolalluvia
» Desde la ventana
Dom Mayo 05, 2024 7:56 pm por caminandobajolalluvia
» Por qué, la guerra?
Miér Mayo 01, 2024 6:07 pm por caminandobajolalluvia
» Tu cuerpo se desviste...
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia