EL JUEGO.

No te aturdas con el día de mañana
no devuelvas al pan su origen
una rosa que llueve entre dos tierras
su navío se pierde entre dos mares.
Despereza y bosteza,sal de las sombras
escucha de tus propios limbos las partes infinitas
que un viento que de lado a lado vuela
es pradera de todos los instantes.
No te duermas en la lana, corre con el frío
a falta de algo mejor el amor siempre da abrigo.
Y si en mi presencia soy un enigmático malestar
seré meteoro en mi alma pero no el gallo
su canto al despertar,
pues si tú a dos cartas una aquí te la juegas
la otra allí te la guardas siempre bajo manga,
seremos de las miradas esponsales sin fragancia,
hablaremos sin mirarnos y de la sed de espinos
su fortuna de ases nos darán la espalda,
y en la luz de la roca mi alma y fuera de ella
lejos sobre un cristal me convertiré en dureza,
siempre contra las formas.
Pues no basta del optimismo una sensibilidad menor
para afirmarme en el juego sin gozar su límite mayor.

Me encantó tu poema, Leyre.
Felicitaciones, amiga poetisa!!

Gracias amiga Delia, siempre es un placer encontrarte.