La gran roca

La gran roca

Y sin embargo duele, sin embargo,
quedarse con la lágrima en la boca,
saber que nunca más mi piel te toca,
porque huyes sin final en tu letargo.

Y entonces existir se me hace largo,
la espera del edén se me hace poca,
el fuego y el diluvio más provoca
que un cielo prometido y vuelto amargo.

El precio de callar pues te lo encargo,
sin ti la voluntad se vuelve loca,
negándose al rodar a hacerse cargo.

Qué bien que en ti la vida es como roca,
qué bien que ya tu peso me descargo
y dejo tras llorar a quien lo invoca.

14 05 12