Oxidados!

Oxidados!

Prisionero del tiempo soy olvidado en el ocaso
Porque este recuerdo se desvanece en un abrazo.
Es un mundo nuevo que buscar por dos,
Un misterio oculto en tu profundo corazón.

En la playa todo es tan claro,
Cuando se camina descalzo
Y a la vez tan oscuro
Cuando nos golpean las olas.
Somos los juguetes que perdidos del baúl nos Oxidamos…
Nos oxidamos por el dolor que carcome nuestros Huesos,
Huesos que tiemblan al ver el reloj.

Tan único el sentir, tan difícil reprimir
Los colores que pintan, el espíritu feliz
Que lo llenan de esplendor y lo arman de valor
Y con ganas yo podría, dedicarte una canción.

El desgarrador aliento que nos mece en un vacio
Nos traslada al paraíso, nos convierte en unos niños…
Niños que humildes comparten su emoción
De haber encontrado esa única razón.

Conspirando estamos dos,
En una autentica misión,
De alargarnos la partida
De fijarnos en el día,
Para encontrar la felicidad,
La felicidad tardía.

¿Qué locura es este día?
Tantos años de mi vida
¿Y si estoy algo perdida?
¿¡Solo yo tengo valía!?

Solo digo:” Tenemos compañía”
¿Y si Jehová nos da la vida?
A caso ¿te sentirías mordida?

Estamos llenos de reproches,
Peligrosos que andan en coche
Nos acaban destruyendo
Derramando nuestro anhelo.

Solo dime que es ficción
Que me arde la razón,
Y entenderé con tus miradas que…
Solo te tengo en mi oración.

Un clamor en medio de una sequia del alma!