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Conectarse
por Al tacto de tu pluma, un amanecer desenfrenado
comandó las palabras de mi sueño
y entre lúdicas respuestas, ser amado
enraizó mis oleajes, como a un dueño.
Desde tus ojos las noches eran propias
comarcas del latido de mis besos
y entre nuevos resplandores, mis regresos
azoraban en tus dunas bosques sepias...
Tan de oír nocturno era mi sonido entre tus labios
cual cardumen de bálsamo y tus besos,
que en la legua a sostener mis embelesos
acunaba la bandera de mis cambios.
Y era lento el palpitar entre frambuesos
en la comarca sempiterna de mi arraigo
en multitud de sano quedo ó donde caigo
en la frontera de tus alas y mis besos.
No era quimera la virtud de tu esmeralda
cual copia bella dibujada sobre el alba,
y distinguida la palabra que me escalda
sobrio diadema adueñó futura enalba.
Por el declive de mi sueño desmentí el ocaso
que la bandera de mi selva vestía en tu regreso
sobre las ascuas de la bruma de tu beso
y la impropia multitud de mi regazo.
Aquella luna de marzo multiplicó mis elocuencias
hacia la noche, bajó sin las estrellas
que la caldeaba a mi regreso entre alas bellas,
en tu nocturna longitud, deidad y ciencias.
Asido del semblante bondadoso de mi júbilo
hacia tu rostro, empapó de mil querubes
la sílaba del sol la luz que subes
por el acantilado de tu boca, mi rojo asilo.
Y si el tener mi voz entre tus besos no hay manera
de sortear el atajo de mi sombra
entre tus pies mi nocturna algarabía es primavera
y hasta tu reino tu lucero siempre alumbra…
Pero se viste el manantial de fresca plata
el alba lisa que los párpados te süeñan
entre los lazos que los verdes eucaliptos me despeñan
y tu sombra purpura con tus labios escarlata.
Clara efusión para mi nocturno cerezo,
resbala en ti mi noche con tu beso.
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