DÍPTICO DE LA TARDE.‏

Es en esa habitación de la dulzura
donde se encienden
esos altares aún dudosos del silencio,
eludiendo los álamos
que junto al mar se convierten
en ácido placer de una noche sin luna,
para unir muerte y vida
y labrar así
ese espacio de los días.
Y decirte que entre mis manos
nació de pronto un sueño hecho aurora
aunque el vuelo tenga a veces sus alas rotas,
y la debilidad crezca
ahuyentando el terciopelo de los días,
como un holocausto que me devora
cuando me eclipso en el mar
y a tu orilla nunca llega,
ni sobre nuestra alfombra
cuando me desnudas
de una estéril esperanza,
no me preguntes por qué
cuando todo acaba en el fondo
y la mesa yace rota
acumulando sueños y derrotas,
aunque quise cambiar el nombre
a esta tarde
y abrirme a tus caminos
mi búsqueda es como un árbol
muerto de señales,
no llego a tu camino
el vuelo me recorta con tu ave,
para sentirme un mar sin espumas
una siembra sin jardines
una tarde sin el eco
que no puede ni alcanzarte.

Una tarde muy especial y melancólica donde tu inspiración alcanza los sueños que no fueron.
me ha encantado
abrazos grandes
ZZA

Gracias Zza, en el camino de la vida encontramos y perdemos sueños constantemente, ese es el transcurrir, e importante a la vez, hay que estar abierto siempre, y eso implica cambios.
Besos compañera.

Muy melancólico amigoa poeta Leyre.
Ha sido un gusto recorrer tus letras, tienes gran talento para la poesía.

Saludos afectuosos

Muchas gracias Mariluz por todos tus comentarios.
Un placer compañera y bienvenida.