[b]El Profeta que vino del polvo. (canto VIII)
VIII
¡No es posible! -pensaréis algunos-
Y no me extraña que lo penséis, ya
que en las circunstancias actuales esta
idea suena a locura.
Pero yo os estoy hablando
de otra muy distinta realidad.
Hablo de un nuevo orden
en el que las cosas que hoy están
arriba quedaran abajo.
Un nuevo orden. Una nueva manera
de entender la vida; renunciando a los
vicios y costumbres perniciosas que
hoy nos dominan, y de la cual se habrán
demolido las viejas y corruptas
instituciones hasta los cimientos.
Todos sabemos que hoy la educación
y la falsa moral establecidas
predisponen a los individuos a
inclinarse hacía el mal.
Nosotros, en el nuevo orden, sabremos
invertir ese proceso.
En verdad os digo que esto es posible
de llevar a término.
Hay en el cerebro humano un potencial
tremendo de energía, apenas explorado.
La utopía de ayer y de hoy mañana
será una realidad.
Sólo depende de nosotros mismos.
En el fondo de nuestro ser sabemos
estas cosas; pero, por comodidad
preferimos ignorarlas.
La pereza y el tedio nos dominan.
Por eso, os decimos: El cambio debe
empezar por nosotros mismos.
Desprendámonos de viejos prejuicios,
y dejemos que se realice en nosotros
esa metamorfosis. (Continuará)
VIII
¡No es posible! -pensaréis algunos-
Y no me extraña que lo penséis, ya
que en las circunstancias actuales esta
idea suena a locura.
Pero yo os estoy hablando
de otra muy distinta realidad.
Hablo de un nuevo orden
en el que las cosas que hoy están
arriba quedaran abajo.
Un nuevo orden. Una nueva manera
de entender la vida; renunciando a los
vicios y costumbres perniciosas que
hoy nos dominan, y de la cual se habrán
demolido las viejas y corruptas
instituciones hasta los cimientos.
Todos sabemos que hoy la educación
y la falsa moral establecidas
predisponen a los individuos a
inclinarse hacía el mal.
Nosotros, en el nuevo orden, sabremos
invertir ese proceso.
En verdad os digo que esto es posible
de llevar a término.
Hay en el cerebro humano un potencial
tremendo de energía, apenas explorado.
La utopía de ayer y de hoy mañana
será una realidad.
Sólo depende de nosotros mismos.
En el fondo de nuestro ser sabemos
estas cosas; pero, por comodidad
preferimos ignorarlas.
La pereza y el tedio nos dominan.
Por eso, os decimos: El cambio debe
empezar por nosotros mismos.
Desprendámonos de viejos prejuicios,
y dejemos que se realice en nosotros
esa metamorfosis. (Continuará)
Última edición por Recaredo el Lun Nov 28, 2011 8:43 am, editado 1 vez
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